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Revista Femenina Digital es el principal medio de comunicación guatemalteco escrito por mujeres, para mujeres. Apuesta por la educación, la salud mental y física y la evolución de sus lectoras.
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Bienvenidas mujeres de todo el mundo…!

Arriba del cielo nublado, su color sigue siendo celeste

Los problemas de seguridad, abusos y traumas que aquejan a las mujeres son experiencias que afectan su integridad, estabilidad y desarrollo en la vida. En algunas ocasiones escuchamos de casos que vienen afectando a la mujer, sin discriminar edad y condición social y económica. Existe una frase que dice:

“Sólo con el hecho de ser mujer, estamos condenadas a vivir en el miedo por lo que pueda llegar a sucedernos”.
En este sentido es importante tomar en cuenta lo que sucede luego de una tragedia. ¿Cuáles son las batallas que deben sobrellevar las mujeres que han pasado por una mala experiencia? Este es un punto importante, pues luego de la tormenta se supone que llega la calma, pero no siempre funciona de esa manera; todo es un proceso.
La sanación y paz que estas mujeres buscan desesperadamente no siempre llega rápido, a algunas les toma meses, a otras, años, trayendo consigo consecuencias como problemas a nivel emocional, interpersonal, etc. Es por ello que el acompañamiento empático con cada una de las víctimas se torna esencial; la solidaridad hacia estas personas puede marcar la diferencia.

Muchas de estas personas cierran sus círculos sociales por miedo a ser juzgadas y señaladas, sin imaginar que están cayendo en un túnel de oscuridad que lo único que hará es hacer las heridas más grandes y difíciles de sanar. Mujeres que han pasado por esta clase de experiencia no suelen demostrar el dolor. Es más, lo utilizan como una barrera de seguridad. Sin embargo, nadie puede cargar con estos traumas a cuestas y en solitario, por siempre. Es recurrente que las fuerzas se agoten y el apoyarse en otras personas se convierte en la clave de salvación para las mujeres que han sufrido violencia.

Por ello es imprescindible que recordemos lo importante que es el ser solidario y empático con las demás personas, pues nunca sabemos cuáles son las batallas internas que libran, y esa sonrisa, esa palabra de aliento, ese reconocimiento que se da sin ser pedido, contribuye con el proceso de sanación y la tan ansiada paz que la mujer lastimada necesita.

Vivimos en un mundo inseguro para las mujeres, un mundo lleno de retos y batallas, pero nunca debemos de olvidar nuestro valor, no debemos dejar que esa luz que alguna vez quisieron apagar o lograron apagar mediante hechos horribles, siga brillando.

No importa cuánto tiempo te lleve salir adelante, cuantas caídas tengas… lo importante es la fuerza que le pongas para seguir sobreviviendo; y que aún en el momento más oscuro, sepas que existe una luz como símbolo de esperanza, lucha y fuerza.

Tirza Alejandra Lucero García
Estudiante de Licenciatura en Turismo
Centro Universitario de Chimaltenango CUNDECH
Universidad de San Carlos de Guatemala USAC

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