"Hay momentos que no se olvidan; otros, marcan una advertencia."

Inglaterra arrancó con todo en el Mundial: derrotó 69‑7 a Estados Unidos, con 11 tries y una superioridad que dejó claro quién marcaba el ritmo. El hecho se produjo frente a una afición récord de más de 42 000 espectadores en Sunderland. 

Ellie Kildunne brilló con dos tries y varias asistencias, y fue elegida Jugadora del Partido. A su lado destacaron Jess Breach y Lark Atkin‑Davies. Pero el dominio británico fue una victoria colectiva desde el scrum hasta la banca. 

Para el seleccionado estadounidense, el inicio fue duro. Alev Kelter recibió tarjeta amarilla en el primer tiempo, lo que profundizó la distancia en el marcador. Aún así, figuras como Ilona Maher mostraron resistencia y visos de talento. 

Ilona Maher, con una historia única, reveló recientemente que ha sido contactada por la WWE para explorar una carrera en el wrestling, mientras mantiene su enfoque en el rugby y visibilidad en redes como activista de positividad corporal. 

Este partido marcó más que un marcador: es una señal del nivel competitivo, la pasión y la atención global que el rugby femenino ha alcanzado.