"Cuando una mujer alza la voz, levanta a todas."

Este 26 de agosto, en Estados Unidos, se conmemoró una vez más el Día de la Igualdad de la Mujer, aniversario de la certificación de la Decimonovena Enmienda que garantizó el derecho al voto a las mujeres en 1920. Pero hoy, más que celebrar, es momento de reflexionar sobre cuánto queda por avanzar. 

En este escenario, entidades como Equality Now han enfatizado que esta fecha coincide con los pre-sesiones de la Revisión Periódica Universal de la ONU, una instancia clave donde se evaluará la situación de los derechos de las mujeres en EE. UU. Este examen internacional invita a preguntarnos si las leyes se traducen en transformaciones reales.

La tensión entre celebración y alerta se intensifica cuando defensores de derechos advierten sobre retrocesos recientes en garantías electorales. Según Equal Rights Advocates, las mujeres, especialmente las negras, afrontan nuevas barreras para votar que emulan viejas injusticias. 

En algunos estados, iniciativas como proclamaciones oficiales (como la realizada por la gobernadora Whitmer en Michigan) destacan avances simbólicos —aunque necesarios— como la representación femenina en cargos públicos, pero no terminan de contrarrestar las brechas persistentes. 

Este día nos convoca a actuar: a impulsar leyes inclusivas, garantizar representación real y sostener un activismo que no deje de tejer justicia cada día.