Científicos del Oregon Health & Science University lograron un avance sorprendente: transformar células de piel en óvulos humanos funcionales, en condiciones de laboratorio. Esta innovación abre posibilidades para mujeres con infertilidad, por edad o tratamientos médicos. 

El método consiste en transferir el núcleo de una célula cutánea a un óvulo donado sin núcleo, y luego inducir los ajustes cromosómicos necesarios. Aunque aún se trata de un “proof of concept”, los investigadores han logrado que algunos de estos óvulos se desarrollen hasta etapas tempranas de embrión. 

A pesar de los avances, los científicos admiten la baja eficiencia (menos del 10 %) y los riesgos genéticos de cromosomas incorrectos. El camino hacia una aplicación clínica segura será largo (posiblemente una década o más).

Ética y regulación serán temas centrales: ¿cómo controlar quién tiene acceso? ¿qué efectos a largo plazo? Mientras tanto, este avance representa una luz de esperanza para muchas mujeres que creían no tener opción.

La columna toca un tema profundamente femenino, pero con implicaciones biológicas, sociales y éticas universales: el poder de la ciencia para redefinir límites biológicos.