Carta a mi yo adolescente
Por: Daniela Coronado
La adolescencia es una de las etapas más difíciles en la vida de un ser humano, ya que es el período de transición entre la niñez y la adultez. Esto significa miles de cambios físicos, mentales, psicológicos y emocionales que se traducen a comportamientos diferentes.
Durante la adolescencia se viven tantas nuevas experiencias, tantas “primeras veces” y tantas situaciones incómodas que esta es una de las etapas más inolvidables. Como mujer, se pasa por una transformación importante de niña a mujer que, no sólo significa que podemos tener hijos, sino es una evolución poderosa de abundante crecimiento personal.
No obstante, también debo mencionar que por ser un período de tiempo de transición hay muchos sentimientos de confusión, pues estamos encontrando nuestra identidad. Y dentro de esta confusión, es común incluir problemas de autoestima e inseguridad.
Estas inseguridades quedan guardadas, pues aunque no lo creas, también tenemos un adolescente interior. El adolescente interior suele intervenir en nuestras relaciones amorosas o con nuestro círculo social si tenemos memorias de la adolescencia que dejaron una huella emocional. Por ejemplo: bullying en el colegio o una infidelidad.
Comportamientos como ser controladora, querer llamar la atención más de lo normal, no saber decir no, criticar o juzgar a los demás por su apariencia, etc; pueden ser síntomas de heridas en nuestro adolescente interior. Para sanar al adolescente interior, una buena técnica es escribir como si le estuviéramos escribiendo a esa versión de nosotros.
Aquí te dejamos una guía para que te escribas esa carta:
- Identifica algo que te haga sentir juzgada, culpable o avergonzada con honestidad.
- Escribe por qué te quieres perdonar a ti misma y qué es lo que quieres sentir al hacerlo.
- Reflexiona en las razones por las que hiciste lo que te está haciendo sentir esas emociones. Por ejemplo, durante la adolescencia, muchas de nuestras malas decisiones provienen de esa necesidad por ser aceptados, que es válida y entendible.
- “Ahora entiendo que yo hice lo mejor que pude con lo que sabía en ese momento y entiendo que mi adolescente interior necesitaba X” (Necesidades como: seguridad, amor, validación, consuelo, empatía, etc.)
- “Como adulta, yo voy a elegir darle eso que tanto necesitaba mi adolescente interior”
- Elige 5 prácticas que te ayuden a satisfacer esa necesidad.
Te invitamos a escribirte a ti misma y contarnos cómo fue la experiencia, ¿lograste hablar con tu adolescente interior?
Por: Daniela Coronado
Editora en Jefe de Revista Femenina
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