A partir de los 9 o 10 años nuestras hijas, (y son generalmente las niñas antes que los varones), empiezan el desarrollo con los cambios físicos que conocemos como la pubertad; y ello también desencadena una montaña rusa de emociones que van desde la efusión total hasta el drama de telenovela sin precedentes.  ¡Y pensar que también nosotras pasamos por allí!

Estoy segura que al recordar esta época maravillosa, es imposible no pensar ¡cuánto hubiéramos querido que alguien nos explicara con claridad qué pasaba, cómo enfrentar los cambios y que hacer para pasarla mejor!

Así que el problema no es que nuestras niñas pasen por estos cambios que de alguna manera todas hemos sobrevivido… sino que ¿Cómo ayudarlas a atravesar esta etapa de su vida de la mejor manera? Y esto nos lleva a la pregunta inicial ¿Cómo hablar a nuestras hijas sobre menstruación y sexualidad? Dos cosas sobre las que hoy día hay mucho “ruido” y de las que sabemos tan poco…

Pues bien, ¡vamos a ello! Lo primero es PREPARARNOS. Reza un dicho popular: “Nadie puede dar lo que no tiene” y esto aplica 100% al conocimiento. Por ello, debemos buscar la formación adecuada para hablar con nuestras hijas sobre le ciclo menstrual, la importancia de la ovulación y sobre los cambios en la pubertad.   Habrás notado en distintas ocasiones que una buena FORMACIÓN no se da en todas partes y que ésta es distinta a la INFORMACIÓN, porque puedes recibir datos y contenidos de muchas fuentes, y no ser de buena calidad. Por ejemplo, puedes recibir información que no este comprobada, que no tenga un sustento científico, que esté manipulada o simplemente sea la opinión de alguien que ha sido compartida en redes. Si bien es cierto, es necesario estar bien “informadas”, esto no es lo mismo que estar bien “formadas”.  La formación te abre oportunidades, porque enriquece tu conocimiento y te permite tomar mejores decisiones, sobre la base de tu aprendizaje.  Otro aspecto importante, es que al aprender algo nuevo, lo puedes integrar a tu sistema, actuar conforme a ello, pero sobretodo compartirlo con los demás, en este caso con tu hija.  Así que mi consejo es que busques a las personas, lugares e instituciones adecuados, cuyas propuestas vayan acorde a tus valores, a tus principios, a tus creencias más profundas para así poder transmitirlas sabiendo que estos conocimientos se basan en la razón, la verdad y la fe.

No podemos dejar de hablar de la COMUNICACIÓN, que es la base de la CONFIANZA y esta de las BUENAS RELACIONES, para nuestras hijas es muy importante contar con nuestro apoyo y nuestra guía, así que en lugar de convertirnos en la “bruja malvada” del cuento de hadas de nuestra “princesa” seamos, su lugar seguro a donde siempre pueden acudir y consultarnos todo lo que hay en su interior.  Siempre que nuestros hijos acuden a nosotros con sus crisis o simplemente nos desafían… podemos tomar cuatro actitudes: la permisiva (todo es bueno y nada es malo) la represiva (todo es malo) la pasiva (pensar que no podemos hacer nada más) y la proactiva, la que nos ayuda a actuar de manera anticipada y prever lo necesario para evitar los problemas.

En este sentido, para todas las madres proactivas, quiero presentarles el Taller “Las Chicas del Club de la M” y este curioso nombre surge de la idea de pensar todas aquellas palabras con M que están ligadas al genio femenino… ¡de todo eso vamos a platicar en este taller!  El Club de la M es un espacio para madres e hijas; para aprender juntas sobre su ser mujer. El taller, inspirado en la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II; explica en la primera parte, dedicada a las niñas, cómo es la persona y sobre esta base antropológica, como comprender los cambios en su ser mujer, encontrar el sentido de la fertilidad y explorar su feminidad.  Les compartimos con detalle cómo prepararse para su primera menstruación, las reglas básicas de cuidado y de higiene para lograr ciclos positivos.

La segunda parte, se trabaja con las madres de las niñas temas de mucha mayor profundidad, por ejemplo: ¿Qué hacer si mi hija padece ovario poliquístico? Y cómo ayudarla; ¿qué efectos tiene el uso de anticonceptivos?; ¿cuáles son las consideraciones que debemos tomar ante la vacuna del virus del papiloma humano, VPH?; también hablamos sobre el cuidado de la fertilidad y exponemos todo lo que debemos saber sobre las técnicas de reproducción asistida.

El taller lo imparte el Centro San Juan Pablo II, que pertenece a la red de Centros del Cuidado de la Fertilidad en América (FertilityCare Centers of America) con sede en Omaha, Nebraska, Estados Unidos. Se desarrolla en forma dinámica con un amplio espacio para resolver las dudas e inquietudes de las chicas y de sus madres. Al finalizar, se presenta el Modelo Creighton, un nuevo sistema de registro del ciclo menstrual, que es como aprender a descifrar el lenguaje de nuestro cuerpo. Es una herramienta útil para el monitoreo de la salud ginecológica y adicionalmente, puede utilizarse como un sistema de planificación natural con alto nivel de efectividad (96-98%).  El Modelo Creighton, que es ideal para toda mujer en edad reproductiva (desde los 15 a los 50 años), te abre las puertas a la nueva ciencia de la Naprotecnología (Natural Procreative Technology – Tecnología para la Procreación Natural) con la cual podemos abordar los problemas ginecológicos y reproductivos sin el uso de anticonceptivos o técnicas de reproducción asistida; ya que la Naprotecnología busca primero recuperar la salud de la mujer y restaurar la fertilidad de la pareja.

Estoy segura de que este taller será una experiencia única y sentará las bases para las futuras “charlas” entre madre e hija, así poder seguir profundizando juntas en los temas de sexualidad y feminidad. Las invito a iniciar este maravilloso camino y ¡gozar a plenitud de su ser mujer!

Más Información:
Carla Ma Fión de Giron

CENTRO SAN JUAN PABLO II

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