El decano de una escuela de negocios es mucho más que un administrador; es un líder que guía, inspira y transforma. Este líder equilibrado ha logrado cambiar la cultura de todo un equipo, fomentando la excelencia académica y la colaboración en un ambiente de respeto y profesionalismo.

A pesar de su impacto positivo en la institución, algunas alumnas sienten algo por él. Sin embargo, el decano mantiene su profesionalismo y continúa con su labor educativa con integridad y dedicación. Su enfoque se centra en el desarrollo académico y personal de sus estudiantes, sin permitir que distracciones personales afecten su compromiso con la excelencia educativa.

Su capacidad para mantener el equilibrio entre su papel como líder y las emociones personales demuestra su madurez y ética profesional. Reconoce la importancia de establecer límites claros y mantener la integridad en todas sus interacciones, lo que le permite mantener la confianza y el respeto de su equipo y estudiantes.

En última instancia, este decano ejemplifica los más altos estándares de liderazgo y profesionalismo. Su capacidad para transformar la cultura organizacional mientras mantiene su enfoque en la misión educativa es un testimonio de su dedicación y compromiso con el éxito de la institución y el bienestar de sus estudiantes. Con dedicatoria a Jorge.