Tengo una amiga que tiene como nombre de su página en Instagram este título, el cual me parece perfecto, ahora que estamos en etapa de calor aquí en Guatemala.   Para algunas de nosotras es tiempo de mucho calor y de pesadez, para los niños es sinónimo de que se acerca Semana Santa y tuvimos unas vacaciones cortas con tiempos de meditación y de acercarnos a Dios nuestro Señor.  

Hoy, quiero enfocarme en la importancia del juego en la vida del ser humano.  Según thegeniusplay.org: “jugar no es solo diversión es también una herramienta de aprendizaje”. Es a través del juego que el ser humano se abre a tener criterio, discriminar pensamientos, cuando es en conjunto, aprende a socializar, a respetar, a seguir reglas y aristas de los niveles que debe superar y a manejar el éxito y el fracaso. 

Como padres podemos ser intencionales en los juegos que elegimos para disfrutar en familia, además de permitir que los hijos elijan de vez en cuando también algo de diversión para todos.

Veamos aspectos que debemos tomar en cuenta:

• De comunicación:  Explicar y seguir las reglas del juego.  Interactuamos también cuando el juego está en progreso, podemos afirmar o descartar y hasta modificar reglas a fin de divertirnos y aprender más.
• Artísticos:  La creatividad sale a flor de piel, cuando los juegos que elegimos son de mostrar figuras, imitar, imaginar, adivinar y dramatizar.  Este aspecto permite que nuestro lado derecho del cerebro entre en actividad, liberando nuestras mentes.  Este tipo de juegos nos ayudan a descansar al mismo tiempo que las neuronas están activas.
• Físicos: Este aspecto tiene que ver con juegos al aire libre, como correr, competir, saltar, montar bicicleta o simplemente caminar.  Nos ayudan a desarrollar habilidades motoras gruesas, hacer cardio, mejorar la respiración y la oxigenación de nuestro cuerpo, nos dan salud. Además, que permiten que desarrollemos coordinación motora es decir que hagamos movimientos sincrónicos. 
• Emocionales:  Nos permiten desarrollar empatía además de coraje para perseverar y lograr metas a corto y largo plazo.  También ayudan al manejo del éxito y fracaso como lo apunté anteriormente.  Nos motiva a empezar y terminar proyectos que de otra manera dejaríamos para después.
• Sociales: Cuando se trata de juegos en conjunto o por lo menos con dos participantes, permite que podamos ajustarnos a las normas de vivir en comunidad, como la colaboración, la relación uno con otro, negociación, comunicación, alianzas entre miembros de grupos, etc.  Estas habilidades sociales que nos hacen tanta falta en nuestra sociedad que va empujándonos a ser ensimismados y egoístas.

Estos aspectos que hemos visto son solo 5 como los dedos de nuestra mano, para recordarlos fácilmente a la hora de Jugar y Aprender. Procuremos ser intencionales a la hora pensar en actividades no solo divertidas, sino que traigan a nuestro cuerpo y el de nuestra familia salud; el aprendizaje es una ganancia preciosa y el resultado de actuar en libertad y alegría.  

Un aprendizaje vivencial provocado también puede ajustarse al currículum que nos marcan las distintas instituciones sin que necesariamente nuestros compañeros de juego lo deban saber, por ejemplo: Hacer palabras con las letras de las placas de los carros al frente de nosotros; adivinanzas que incluyan colores, formas, puntos cardinales mientras vamos en el carro o mientras nos asomamos a la ventana y vemos la calle.  ¡Nosotras como adultas tenemos un sinfín de recursos para enseñar, aprender y también jugar!

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