Las hormonas y su influencia en nuestro ánimo
Por: dpa
Levantarse por la mañana con la pierna izquierda, amargarse con el metro retrasado, no tener ganas de ver a los colegas: lo que suena como un día malo es con gran probabilidad solo una combinación química en nuestro cuerpo.
Y es que los llamados neurotransmisores, es decir los mensajeros químicos en el cerebro, determinan cómo nos sentimos. Hay algunos de ellos que inundan nuestro cuerpo diariamente y que, combinados, influyen en nuestro ánimo.
De hormonas de la motivación y del amor
La hormona de la motivación, la dopamina, por ejemplo, se libera cuando iniciamos tareas nuevas, somos sorprendidos o nos alegramos por algo positivo por venir.
La serotonina, en cambio, es un neurotransmisor que nos hace sentir equilibrados y satisfechos. Lo producimos cuando interactuamos socialmente o cuando nos sentimos ganadores.
La hormona del amor, la oxitocina, a su vez, se genera con contacto corporal agradable, mientras que la endorfina es casi como un opioide producido por el cuerpo.
Para sentirnos bien, todo ese cocktail individual debe ser correcto. Claro que muchos de estos procesos son muy complejos y aún no fueron investigados al detalle. Sin embargo, se plantea la pregunta: ¿podemos influir en nuestras hormonas de la felicidad?
Por qué hace tan bien el deporte
La buena noticia es que sí, se puede. Pero quien espere resultados milagrosos se verá decepcionado. Aun cuando se trata de las hormonas de la felicidad, no hay manera de escaparle a métodos ya conocidos, que en temas de salud en realidad siempre están presentes: movimiento y deporte.
Los planes bonitos estimulan la producción de dopamina
Pero existen otros métodos para aumentar la producción de dopamina: ponerse metas, no importa si privadas o profesionales, y trabajar para alcanzarlas. O hacer planes bonitos. La dopamina se segrega con la expectativa de algo positivo.
Un factor igual de importante es dormir lo suficiente. Quien padezca de falta de sueño crónica, lo tendrá difícil para producir las hormonas de la felicidad.
¿Más feliz o infeliz por la alimentación? También eso es posible. De algunos alimentos sabemos que no le hacen bien a las personas y que bajan el ánimo. Entre ellos, según el médico, están los alimentos ultraprocesados, con grasas saturadas o azúcar. Por lo tanto, el “fast food” (la comida rápida) también es malo para el ánimo.
Hay una cosa importante a tener en cuenta en la mesa: confiar en y contribuir a la propia sensación de bienestar. Porque no es solo lo que tenemos en el plato, sino si comemos junto a nuestros seres queridos, si reímos y nos sentimos bien. También eso libera neurotransmisores del buen humor.
Por: dpa