Los últimos días del fénix
Cada vez que se habla sobre este animal mitológico, siempre se enfoca en sus maravillosas capacidades, las flamas que salen de sus plumas, como renace de las cenizas después de consumirse por completo, su larga vida o de las propiedades curativas en sus lágrimas.
Pero muy poco se ve o se habla de esos últimos días, cuando las plumas no brillan, se caen. Cuando respirar es una agonía, donde a pesar de las ansias de volar, no puede. Donde sentir su propia piel duele y solo espera que aunque sea doloroso, el último aliento llegue y un instante en el tiempo termine con su dolor y su sufrimiento.
Si, para renacer de cenizas, primero tuvo que arder tan intensamente, que fuera lo único que quedara y diera cuenta de su existencia, un puñado de cenizas…
Renacerás como el fénix, pero no sin pasar por la agonía. Recuérdalo cuando te falte aliento, cuando no tengas fuerzas. Aférrate a esa idea en los momentos donde respirar pesa y es difícil, créelo cuando ya no te quede nada más que dar, y sientas que nada tiene sentido. Estás en esos últimos días, y luego renacerás, pero más fuerte, más valiente, mejor y con más amor para ti y para dar.
Eres como el fénix, no lo dudes…