La calidad de nuestras relaciones determina mucho la calidad de nuestra vida, sobre todo si se trata de nuestra pareja.  La forma en que vivimos dentro de las personas es la forma en que seremos recordados y esto es la base central del sentido del amor en pareja.

El perfil de las parejas que acuden a consulta es el de ser una pareja que a pesar de saber que aún se quieren, llevan años acumulando frustración, enojos, decepciones, distanciamiento y muchas veces frialdad”.

La Asociación de terapeutas familiares y de pareja de EE. UU. indica que tres de cada cuatro parejas que acuden a terapia admiten una mejoría en su relación.  

En mi experiencia el 80% de las personas que acuden a terapia de pareja mejoran su estado de ánimo, además experimentan mejoras en su salud y en su desempeño laboral.  

Detrás del ruido de lo que provoca una desconexión en la pareja hay conflictos sin resolver, detrás de una queja una necesidad no cubierta. La narrativa y la historia individual de los miembros de la pareja es muy importante.

Lo principal en terapia es descubrir la capacidad de cada uno de saber escuchar, ponerse en los zapatos del otro, aprender a comunicar lo que siente o molesta sin herir a la otra persona, responsabilizarse de sí mismo, huir de la dependencia emocional, aprender a discutir, atender y poner unas bases para volver a encontrarse. 

Dejar los monólogos para establecer un diálogo y trabajar en un auto conocimiento maduro de sí mismo que los vuelva expertos en lo que le afecta a cado uno y no como comúnmente se ve: “Expertos” en el otro en donde parece que buscan en terapia es ser testigos de cómo el terapeuta “endereza o compone” al otro, como que fuera una especie de servicio de lavar carros, “límpielo, lávelo, púlalo arréglelo y luego me dice a qué horas regreso por él”.

Toda relación tiene su propia historia, la narrativa es co-creada nunca la crea solo una persona lo que uno dice es modificado por lo que el otro escucha, como yo me veo a mi mismo es impactado por la forma en la que el otro me mira.  La magia de la terapia de pareja es que hay un tercero escuchando la historia, atendiendo la narrativa y surge una relación dialéctica en la cual la pareja se conoce a través del terapeuta. 

El objetivo principal es aprender a resolver y gestionar los conflictos porque una pareja feliz no es aquella que no los tiene, sino aquella que sabe adaptarse y enfrentarse a ellos.  Es aprender el baile de la armonía con la desarmonía, el daño con la reparación, la desconexión con la conexión al ritmo único de cada pareja y cada relación.

La terapia de pareja es un recurso cada vez más utilizado en nuestros días al que las parejas pueden recurrir para recuperar lo que un día perdieron y crecer en la relación es importante hacerlo a tiempo sin que sea demasiado tarde para recoger los restos del naufragio. 

Escrito por Connie Kaltschmitt

Psicologa