¿Has sentido alguna vez que tu vida se detuvo? ¿Has pensado que la vida tiene muchas posibilidades pero ninguna es para ti? 

En esta época creo que muchas estamos como detenidas diariamente en la vida, si vemos en las redes sociales son cantidades de mujeres solicitando ayuda, muchas personas que no saben qué  hacer, y que han sido abandonadas por sus parejas, que por la situación actual perdieron sus trabajos y muchas cerraron sus emprendimientos quedando con deudas… todos aquellos que aún cuando se esfuerzan todo les sale mal y lo único que hallan son problemas.

Esto es algo que está sucediendo en todo el mundo, pero siempre hay personas como John Maxwell que dice: “La gente no necesita cambiar sus problemas, sino sus perspectivas”.

Todos oímos que nadie en este mundo gozará de una vida sin problemas, ya que estos fueron hechos para resolverlos y volvernos más fuertes. 

Entonces por qué dejamos que nuestra vida se paralice por el miedo, porque caemos en una actitud derrotista y negativa, seguramente hemos comprobado que si pensamos que algo va salir mal seguro va a salir hasta peor de lo que pensamos.

Por eso este año debemos hacernos las siguientes preguntas: 

¿Qué deseamos y esperamos de esta vida? 

¿Tendremos el valor de seguir avanzando y luchando sin importar las crisis, problemas y fracasos? 

Debemos saber que la vida no va cambiar por satisfacernos a nosotros, los problemas y dificultades seguirán allí y como vivamos dependerá de la voluntad y el deseo que cada una tengamos para seguir y salir adelante, según veamos que es fácil o difícil para cada una. Es fácil escribir y lastimar con comentarios hirientes detrás de perfiles que pueden ser falsos, es fácil herir a quienes amamos, difícil curar esas heridas, es fácil poner reglas y muy difícil cumplirlas, fácil es soñar y hacernos ilusiones, difícil muchas veces luchar por esos sueños, fácil decir que amamos a alguien, difícil demostrarlo en el día a día, fácil es juzgar y criticar a los demás, difícil aceptar nuestros errores y tratar de mejorar por mi mismo; por eso debemos tomarnos un tiempo para cambiar nuestra manera de pensar y ver la vida, porque los problemas han sido hechos para resolverse, para hacernos fuertes, seguros de que todos son pasajeros.

En este mundo hasta la muerte tiene solución si vives tu vida en Cristo ya que con Él sabemos que tendremos vida eterna.

Entonces, por qué dejas que tu vida se detenga, porque te llenas de negatividad y esperas que tus amigos te den ayuda que nunca llega, y no confías en el que dio su vida por ti, y que al momento de formarte te dio dones y talentos para salir adelante.

Por eso debemos ver el fracaso como una enfermedad que se puede vencer, si aprendes a ver el fracaso como una oportunidad para aprender y crecer.

Pensemos que aún cuando tarde si creemos y luchamos un día ese sueño va a cumplirse, por lo que debemos llenarnos de fe y paciencia y la vida es un proceso en el que nunca nada grande se consigue sin trabajo.

No deje que le etiqueten como perdedor y menos aún llenarse de autocompasión ya que todos podemos fallar, pero lo importante es saber que si caemos podemos levantarnos. Practique el decir en su vida a diario que es alguien bendecido.

Hágase una persona proactiva y no se deje vencer por la frustración, el éxito de la vida dependerá en su mayoría de cómo reaccionamos ante las circunstancias.

Aprende a amarte a ti primero y suelta todo aquello que te carga, no vivas pensando en lo que pudo ser, aprende a valorar y agradecer lo que tienes, llénate de la Palabra de Dios y busca diariamente las bendiciones que tienes, aduéñate de sus promesas y en vez de vivir preocupada y atemorizada por los problemas, tómate el tiempo de orar, analizar y estudiar las posibilidades hasta que encuentres las respuestas y las formas de elegir tu futuro.

Piensa siempre qué haría Jesús en esta situación, busca oportunidades y forma un plan pensando que cada día hay un amanecer y que el hoy es el mejor día para comenzar sabiendo que sin fe toda obra es muerta.

Escrito por Estelita Salinas