Retos que afrontan las parejas biculturales
Por: Mariana Tenas
Las relaciones amorosas son vínculos sentimentales, pasionales, filiales, hasta podemos pensar que son abstractas e inclusive intangibles. Basadas en la fe.
Como decían los antiguos griegos en su mitología, el amor es un sentimiento complejo que todos los seres hemos experimentado y el cual, según ellos, puede dividirse en cuatro tipos: Eros, Storge, Philia y Ágape.
Cuando dos personas encuentran el amor, no existen fronteras, edades o nacionalidades que sean un impedimento. Si están decididos a llevar una vida juntos, lo harán sin ninguna duda; el amor mueve. Cuando hablamos de parejas de distintas culturas, “parejas biculturales”, estas cuentan aún con más desafíos, ya que ven y viven la vida de maneras diferentes, podríamos decir de distintos ángulos.
Algunas suman, otras restan, pero sobre todo debemos hacer que multipliquen. Ya que pueden ampliar nuestros conocimientos y llenarnos de otras vivencias y experiencias.
A continuación, les compartiré algunos aspectos, que considero, pueden ser de utilidad en caso estamos iniciando una relación con alguna persona de otra nacionalidad o nos apetece estarlo.
La tecnología ha ayudado a que en la actualidad existan muchas más oportunidades de conocer personas de distintos lugares del mundo. Cabe decir que hay una facilidad de hacer “match”, ya que, existen redes sociales que establecen perfiles que ayudan a buscar la pareja idónea. Sin embargo, veamos cuáles son los retos más relevantes.
Ya leíste: Condimentos que sanan
Retos de las parejas biculturales
- Entender que nuestra pareja tuvo un pasado y una vida antes de nosotros. Eso nos permitirá ser más tolerantes y más sabios en el manejo de las nuevas circunstancias.
- La distancia geográfica, aunque no es un impedimento, sí es un reto de sobrellevar. Si han iniciado una relación de ese tipo, a pesar de ser muy romántico, también requiere de paciencia, constancia, comprensión y amor.
- No vemos las cosas de la misma manera, por crianza, ambiente u orígenes se tienen formas particulares de enfrentar la vida, cada uno resuelve los problemas de distinta manera.
- La manera en la que hablamos y del tono voz que usamos pueden ser muy distintos, eso dependerá de la región de donde sean. Existen culturas que su tono es fuerte, pero no es que estén peleando, sencillamente es su manera de comunicar.
- La distribución de las tareas dentro del hogar es uno de los aspectos con mayor discrepancia.
- Un punto importante es cuando uno sigue al otro, ese es uno de los mayores desafíos, dejar todo, el país, trabajo, familia. Eso vuelve, algunas veces, la relación un poco menos balanceada. En este caso, hay que intentar recordar que la decisión fue tomada en conjunto, con la intención de formar un nuevo hogar. La palabra clave admiración.
- Las diferencias religiosas pueden ser uno de los aspectos más sensibles en el día a día. En este punto, por experiencia propia, puedo decir que la base fundamental para que no sea un factor álgido o sensible, es el respeto y la flexibilidad.
- El idioma es otro aspecto que ocasiona cansancio en la comunicación, más desgaste, requiere de más atención y paciencia.
- Otros de los grandes desafíos son la familia. Si uno de los dos proviene de un núcleo familiar pequeño y el otro de una familia grande, es seguro que estarán en distintos canales comunicativos, con distintos códigos. No cuentan con la misma experiencia y eso hace que solo puedan ver un lado. La falta de comprensión puede ocasionar roces, por lo que conversar, abrirse y adaptarse, es la clave.
- Aprender a negociar. En el transcurso de la vida en común hay que escoger las batallas, no podemos discutir por todo. Algunas veces toca medir cuanto nos afecta y si es posible sobrellevarlo o no. Priorizar y hablar
La base para las parejas biculturales
Como último punto, pero quizá el más importante en toda relación, es la comunicación asertiva. Esta sigue siendo el pilar, la base fundamental más importante y más sensible en una relación, más aún en una relación bicultural. El aprender a comunicarnos pareciera algo sencillo, ¡si lo hacemos en todo momento! No obstante, es necesario preguntarnos: ¿logramos conectar con el otro? ¿Nuestro mensaje llega? ¿Empatizamos? ¿Logramos una acción o reacción en el otro?
Los vínculos son como hilos, se tiran, se tensan, se rompen, pero algunos inexplicablemente nos unen a alguien con la firmeza necesaria para prevalecer en el tiempo, en la distancia y en las diferencias.
Descubre aquí: ¿Autoestima baja? Quizás sufres de miedo al abandono
Por: Mariana Tenas
Directora de Comunicaciones Estratégicas – Sky Communications
Artista
Facebook: https://www.facebook.com/mariana.tenas
Instagram: https://www.instagram.com/sassenach_arts/
Twitter: @CMTenas
Correo: mtenas@skycommunications.online
WhatsApp: +33 6 58 43 82 74