Tengo el hermoso privilegio de ser la mamá de estos dos hermosos jovencitos “bueno para mí son hermosos”. Uno de 20 y el otro de 19 años, con el nacimiento de ambos experimenté el amor a primera vista, un amor que en sus primeros años de vida me hicieron convertirme en su primer amor o como ellos me decían… “tú eres mi novia”.

¿Ser mamá de varones te cambia por dentro? Sí, porque sin tener un manual o sin ir a recibir un curso entras en un proceso de transformación para amar, cuidar y conocer a esos pequeños que llegaron a complementar tu vida; con su esencia y diseño masculino.

Ser mamá de varones me ha enseñado tanto, pero hoy me quiero centrar en la enorme oportunidad que tengo de contribuir a un mundo mejor, ejerciendo una crianza responsable y formando dos varones de manera integral de tal forma que el día que formen sus propios hogares puedan ser el apoyo y respaldo de su pareja y no hablo de ser únicamente proveedor, más ahora que tanto hombres como mujeres, ambos proveen para el hogar. Bendita la palabra de Dios que nos recuerda: “Mejor son 2 que 1, porque tienen mejor paga de su trabajo… y se multiplica”; hablo de preparar y formar varones que valoren a las mujeres, las escuchen, les den el lugar que se merecen y sean un buen compañero de vida, sueños y proyectos.

Ser mamá de varones, me ha ayudado a mantenerme activa físicamente, estos dos chicos, de pequeños me hacían correr, saltar, esconderme, me invitaban a jugar partidos de fútbol, yo era la Mujer Maravilla y ellos uno Superman y el otro Batman y hasta el día de hoy me motivan para no dejar por un lado “la rutina diaria de ejercicios” y ¿saben? Eso es bueno, para mi salud física pero también contribuye a mi salud mental y emocional, al practicar hábitos saludables.

Ser mamá de varones, me sigue enseñando que tienen un lado súper sensible, unos más que otros, al igual que nosotras las mujeres; pero sí, tienen una sensibilidad especial y diferente que a mí como mamá me bendice, me complementa. Cuando estoy demasiado emocional son mi balance, pero cuando trato o me esfuerzo por ser o parecer fuerte y valiente, me recuerdan que se vale no estar bien a veces.

Ser mamá de varones, me permite trabajar en una mejor versión mía, Dios me dio la oportunidad de ser “la primera imagen de mujer para mis hijos”; y dicen los expertos que ellos escogen a su compañera de vida  muy parecida a su mamá… no lo sé, pero por si acaso; intencionalmente, a veces dejo de lado las carreras, la agenda corrida, las labores de la casa y me doy el chance de que me vean tal cual soy y que sepan que no soy perfecta, pero sí una mujer fuerte y valiente, no por mis capacidades sino por la única GRACIA de Dios.

Me doy el chance de que vean entre su papá y yo una relación normal y real basada en el respeto, lealtad y amistad pero también en la diversión, complicidad y que sí se puede gozar con la esposa de la juventud (ya tenemos 21 de años de matrimonio) y que, aunque a veces hay inconvenientes en la relación de pareja, vean que esos elementos en los que está basada nuestra relación es más fuerte que un pleito, un problema o un mal entendido.

Dejo que asuman sus responsabilidades dentro del hogar, porque deben aprender que los varones también barren, arreglan cuartos, si tienen hambre se cocinan y si quieren un abrazo se acercan y lo piden. Y lo más importante, que tengan claro que tomados de la mano de Dios y poniendo en Sus manos sus planes tendrán éxito.

Ser mamá de varones, es una hermosa, activa y poderosa bendición. Y para ti… ¿qué es ser mamá? De varones, o de mujeres, o de ambos no importa, cuéntame; te quiero leer, envía tus comentarios a emergeconsultoria@gmail.com será un gusto leerte.

Con cariño.

Escrito por Eloísa Diéguez

Life, Health & Executive Coach

Emerge Consultoría

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