Encontrando equilibrio emocional en una maceta

Cuando inició el caos de la pandemia, uno a uno los compromisos se fueron cancelando, comencé a pasar más tiempo en casa; como todos, descansé, vi series, luego vino la limpieza general, el reacomodar todo, retomé hobbies. Pero llegó el punto en el que me sobró el tiempo… las penas, preocupaciones y especulaciones me alcanzaron y ahí vino una crisis emocional.

Así que mi tiempo en el jardín fue creciendo, mientras más tiempo pasaba en él, más paz sentía y más tiempo dedicaba a hablar con mi Creador. Y no les comparto esto solo porque “yo así lo sentí”, en su momento, la psicóloga me dijo que intencionalmente le dedicara más tiempo a mis suculentas porque hacerlo ayudaría a que mi entorno fuera más armónico. Fue la recomendación más fácil de seguir, este proceso no fue difícil ya que desde siempre he amado la naturaleza, pero el correr diario entre un compromiso y otro me había alejado de hacer aquello que más me gusta.

Grosso modo, quiero compartir con ustedes algunos de los beneficios que trajo a mi vida dedicar tiempo a mis cactus y suculentas:

Salir a mi patio y poder observar esos colores maravillosos, poder apreciar la variedad de texturas y formas, me hacía sonreír, me generaba tranquilidad. El ser productiva y cuidar de un ser vivo me hacía sentir un propósito porque después de días, semanas, meses de no poder realizar mis actividades regulares comencé a pensar que no tenía propósito alguno. Así que, el ser útil para otro ser vivo no permite que uno se deprima y puede llegar a ser sumamente gratificante.

Además, las suculentas absorben toxinas en nuestro aire y las convierten en inofensivas. Si pasas mucho tiempo en el interior, la falta de aire fresco y flujo de aire puede aumentar tu riesgo de problemas de salud. Tener plantas dentro de tu hogar puede crear más aire fresco.

Lee Yong Kwon, director de la división de educación y curación forestal del Servicio Forestal de Corea dijo: “La naturaleza tiene poderes curativos inherentes para ayudarnos a relajarnos, hacernos menos estresados y ayudar a refrescar nuestro estado mental, al llevar la naturaleza a los hogares de las personas, creemos que mejorará su calidad de vida”.

Y la verdad es que no se equivocó, yo lo pude experimentar este 2020; por eso, no solo cuido con amor cada una de mis suculentas, también le enseño a otros cómo hacerlo. Quiero que otros puedan conocer de primera mano los beneficios de dedicar su tiempo a la jardinería.

El cultivo de las suculentas ha sido un estímulo para mi creatividad, para realizar arreglos para que mi casa se vea más colorida o cumplir con los pedidos que realizan en mi página. Sobre todo, me ayudo a que estos meses fueran menos largos y difíciles.

Con base en esta experiencia los invito a que inicien su propio jardín de suculentas ya que son plantas fáciles de cuidar, almacenan agua durante períodos más largos y eso las hace perfectas para que cualquier novato en el cuidado de las plantas. También vienen en una variedad de formas, colores y tamaños para combinar con la estética de casa, y se presta a que seamos creativos a la hora de decorar nuestro hogar.

Son una excelente forma de agregar vegetación e interés visual en tu espacio interior, porque será un sitio único pues cada especie ofrece diferentes características y colores.

¡Y por favor no te limites, porque vives en la ciudad o un apartamento!, no necesitas de un jardín amplio para dedicar tiempo a esta actividad, un pequeño rincón con algunas plantas es suficiente. Además, haciéndolo vas a tener beneficios como limpiar el ambiente de compuestos contaminantes y mantener el aire limpio. Eso te puede llevar a tener un espacio especial solo para ti donde puedas relajarte, meditar, leer o disfrutar una taza de café.

Encontrarás en una macetita el equilibrio emocional que buscas.

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Sivky Lira
Licenciada en Biblia y Ministerio

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