Entre tendencias y reivindicación: la moda que realmente nos representa.

Hoy la industria de la moda enfrenta una disyuntiva: mientras resurgen estéticas retro como las “tradwives” o los “bullet bras”, la representación real en pasarelas—especialmente para tallas grandes—se reduce drásticamente, alcanzando solo 0,3 %.Esto deja al descubierto una industria que, a veces, usa la diversidad como simple estética, mientras oculta estructuras excluyentes y rígidas. La presión social por inclusión exige más que ropa: exige transformación.

Frente a esto, diseñadoras como Di Petsa y Karoline Vitto están marcando la diferencia, apostando por marcas lideradas por mujeres, donde la diversidad real no es un accesorio, sino la esencia.

Para quienes consumimos moda, esta dualidad plantea una oportunidad de elección consciente: apoyar propuestas auténticas, que celebren todos los cuerpos, culturas y historias.Porque la moda no solo viste cuerpos, también construye ideales: podemos exigir visibilidad, utilidad y justicia, no solo glamur.

Este es el momento de que nuestra voz marque tendencia: respirar honestidad, celebrar la diversidad y exigir inclusión real desde el diseño hasta la pasarela.