
"Cómo el Uso de Pantallas Afecta el Desarrollo Infantil y la Conexión Familiar: Guía para Reducir su Impacto"
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Un invento que ha venido a quitarle la paz a muchas familias.
Es fácil darse cuenta como las computadoras, las tabletas y los videojuegos han pasado a complicarnos un poco la vida, a pesar de haberse inventado y utilizado en un principio para facilitarnos la vida.
Actualmente, gracias a las computadoras y el internet podemos hacer muchas cosas sin salir de casa. Podemos trabajar, hacer las compras, estudiar en línea, aprender un idioma con un maestro nativo, hablar con personas que viven lejos y ahora con la inteligencia artificial hasta tenemos quien nos diga qué debemos hacer para resolver un problema. El asunto es que se pierde el control de la tecnología, y en lugar de nosotros utilizarla, nos volvemos dependientes de ella.
Imagìnate si un adulto con cerebro y voluntad bien desarrollada tiende a caer en este tipo de dependencia, como será para un niño que apenas está empezando a entender el mundo y sus emociones.
El gran problema es que el cerebro del niño no se desarrolla óptimamente cuando no utiliza todos sus sentidos y lo delicado es que se pasan esas ventanas de aprendizaje. Entonces si al pequeño se le da una pantalla donde está solo recibiendo información de manera automática y sedentaria no estará madurando su cerebro y perderá esa ventana o periodo sensible.
Por ejemplo, un niño aprende a hablar (periodo sensible 0 a los 4 años) gracias a las interacciones sociales y del lenguaje que observa y escucha en sus padres con otras personas y con el mismo.
Un niño que no ha tenido oportunidades de movimiento, presenta dificultades de aprendizaje porque ese movimiento con propósito es el que desarrolla cada una de las conexiones neuronales que son la base del aprendizaje. Muchos estudios relacionan por ejemplo las dificultades de la lecto escritura con niños que no gatearon.
Estudios específicos relacionan el uso de pantallas con dificultades para conciliar el sueño, ansiedad, problemas de control de emociones, dificultad para socializar y en niños pequeños dificultad en la adquisición del lenguaje. En jóvenes además de lo anterior, el mayor problema es el uso de redes sociales donde pareciera que tienen otra identidad y que lo que les pasa en las redes afecta su autoestima e identidad real.
Es muy triste y alarmante observar que en los restaurantes, parques o incluso en reuniones la mayoría de familias o amigos mantienen en sus manos sus teléfonos y en el caso de los niños sus tabletas, rompiendo la comunicación interpersonal de cara a cara . Cuando un teléfono se interpone entre una conversación cara a cara es porque le estamos dando más importancia a esa pantalla que al ser humano y eso es lo que se está normalizando. Cuando observen a un niño o un joven que no tiene contacto visual con la persona con la que se está comunicando… es síntoma del mal uso de pantallas.
Por todo lo anterior la OMS y la Academia Estadounidense de Pediatría no recomiendan el uso de pantallas en niños menores de 24 meses, y en niños de 2 a 5 años debe limitarse a un máximo de una hora diaria.
Por tanto, debemos ser observadores y críticos con nosotros mismos y cuidar a nuestras familias de las pantallas, que pueden ser nuestros mejores amigos o nuestros peores enemigos. Te invito a que aprendas a tocar un instrumento, a caminar en la naturaleza, a desintoxicarte manteniéndote lejos de los electrónicos por lo menos un par de horas diarias.
¡Te sentirás mucho mejor, te sentirás en paz ! Porque el ser humano no está hecho para que las pantallas lo controlen. No dejes que controlen tu familia y tu paz.