¿Sabes qué tipo de libertad necesitan tus hijos?

Es importante enseñarles a nuestros hijos el derecho que tienen de ser libres, sin embargo, debemos tener clara la manera en la que vamos a enseñarles sobre su libertad. 

Comenzaremos por dejarles claro a nuestros hijos que libertad no es hacer lo que quieran sin responsabilidad, sino hacer lo correcto ante la sociedad. 

Una persona libre piensa muy bien lo que va a hacer antes de tomar una decisión y se hace responsable de los efectos que genere esa decisión tomada.

Y es en esto en lo que nos debemos basar para enseñar a nuestros hijos el derecho de ser libre.

Podríamos agrupar en 3 aspectos la libertad que nuestros hijos necesitarían tener:

Libertad de pensamiento 

Debemos generar en nuestros hijos espacios y situaciones para que piensen y tengan la capacidad de solucionar los problemas por sus propios medios, ayudarles a fortalecer la capacidad de análisis de las diferentes maneras de resolver una situación. 

Y esto lo podemos poner en práctica desde pequeños, utilizando eventos de la vida cotidiana como las pequeñas riñas con un amiguito porque desean el mismo juguete. 

Al introducirles desde temprana edad la capacidad de análisis y de resolver sus problemas les estamos dando herramientas valiosas para tener madurez de pensamiento y para sentirse libres de exponer sus razones cuando sean más complejos las situaciones a resolver. 

Libertad de sentimiento

Los niños tienen sentimientos al igual que los adultos, es importante que le demos validez a lo que nos quieran expresar a través de un berrinche o rabieta. En el momento de presentarse la rabieta podemos explicarles que comprendemos su enojo pero que no es la mejor manera de solucionar las cosas.

Es necesario enseñarles educación emocional, que sepan que tienen la libertad de sentirse enojados o tristes y que no hay nada malo con ello, pero que deben saber dominar sus emociones y no dejar que éstas los dominen a ellos, de esta manera lograr que se vuelvan dueños de sus emociones y desarrollen inteligencia emocional que los convertirá en adultos más estables en el futuro. 

Vale la pena aclarar que no significa que debemos ceder a sus episodios de rabietas, pues deben corregirse y poner límites a tiempo para que ya no se repitan. 

 

Libertad de movimiento

Todos los niños necesitan moverse para aprender y crecer por lo que debemos procurar en nuestros hijos que tengan el espacio y la oportunidad de correr, saltar, caminar, manejar bicicleta, etc.

Evita decir con exceso: “no te subas allí”, “no corras”; muchas veces la sobreprotección puede dar lugar a niños inseguros o temerosos,  es importante aclarar las reglas de la familia y reforzarlas siempre pero no limitemos la libertad de movimiento que los niños necesitan tener para su sano desarrollo.

Recuerda que el valor de la libertad puede educarse, si logramos dirigir a nuestros hijos para que puedan disfrutar de una manera correcta y con disciplina su libertad, lograremos que sean independientes y puedan solucionar sus problemas con educación y respeto, haciéndose responsables de las desiciones tomadas. 

Los padres podemos conocer el grado de libertad que debemos permitir a nuestros hijos si observamos su capacidad para administrarla, la conducta que desarrolla, la capacidad crítica, la independencia que muestra, el cumplimiento de sus tareas y de pequeñas responsabilidades en casa. 

Por esto es imprescindible que no hagamos por ellos las cosas que pueden realizar solos. 

Dedica tiempo de calidad para conocer a tus hijos, la disciplina y la libertad pueden mezclarse y dar muy buenos resultados que potenciarán las capacidades necesarias para que tus hijos lleguen a convertirse en adultos libres, responsables y felices.

Escrita por: Dra. Maribel Cortéz