El regreso del Victoria's Secret Fashion Show: ¿Qué significa para nosotras hoy?
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Este año, el Victoria's Secret Fashion Show hizo su tan esperado regreso después de un tiempo fuera del radar, y no podemos evitar preguntarnos: ¿qué significa este espectáculo hoy, para nosotras, mujeres reales, diversas y auténticas?
En su apogeo, el show era sinónimo de glamour, fantasía y cuerpos que parecían inalcanzables para la mayoría de nosotras. Nos reuníamos frente al televisor, y mientras admirábamos a las modelos caminar con alas de ángel, también surgían comparaciones silenciosas. Nos preguntábamos si nuestros cuerpos eran lo suficientemente delgados, tonificados o "perfectos" según esos estándares.
Pero hoy, después de tantas conversaciones sobre autoestima, inclusión y la aceptación de la diversidad en el mundo de la moda, nos encontramos en un nuevo punto de vista. El regreso de este show nos da la oportunidad de reflexionar no solo sobre la industria de la moda, sino también sobre cómo hemos evolucionado como mujeres.
Ya no se trata solo de ver cuerpos esculpidos bajo las luces del escenario. El diálogo ha cambiado. Nos preguntamos: ¿dónde está la diversidad real en estos desfiles?. Y no me refiero solo a la talla, sino a la representación de mujeres de diferentes orígenes, edades, colores, formas y experiencias. Queremos ver en la pasarela a mujeres que se parecen más a nosotras, mujeres que no encajen en una definición de belleza limitada, sino que la expandan.
Hoy, más que nunca, estamos redescubriendo lo que significa sentirnos cómodas en nuestra propia piel, con nuestras imperfecciones, nuestras curvas, nuestras cicatrices. Nos hemos dado cuenta de que la verdadera belleza no radica en un ideal inalcanzable, sino en la confianza con la que nos movemos, en la aceptación de quienes somos.
El Victoria's Secret Fashion Show, en su retorno, ¿ha aprendido estas lecciones? ¿Refleja esta nueva realidad de la que nosotras, como mujeres, formamos parte? Es una pregunta importante porque los tiempos han cambiado, y con ellos, nuestras expectativas.
Este desfile debe evolucionar con nosotras, mostrar que el mundo de la moda también puede ser un espacio donde todas nos sintamos representadas, admiradas y valoradas. Ya no necesitamos ver ángeles perfectos; necesitamos ver mujeres reales, como tú y como yo, celebrando su belleza desde un lugar auténtico.
Al final, el desfile puede ser entretenido, pero lo que realmente importa es cómo nos sentimos al verlo. Si miramos esa pasarela y nos sentimos poderosas, valiosas y únicas, entonces hemos ganado algo más importante que cualquier espectáculo de moda: hemos ganado la certeza de que la belleza es nuestra, en todas nuestras formas y versiones.