Casados o CaZadores: Cuando el compromiso pierde la batalla

Casados o CaZadores: Cuando el compromiso pierde la batalla

El matrimonio alguna vez fue un sueño. Hoy, para muchos, se ha vuelto una advertencia.

Las nuevas generaciones ya no quieren casarse. Dicen que no creen en el "para siempre", que prefieren vivir el presente sin ataduras, sin papeles, sin promesas. Pero, ¿realmente es miedo al compromiso... o decepción acumulada?

La figura del casador —ese que llega con ilusión, que se compromete, que construye— está en vías de extinción. En su lugar, aparece el cazador —con Z—: el que colecciona conquistas, huye del vínculo real y busca validación en lo externo. No construye, consume. No se entrega, juega. No se casa, se esconde.

Y no se trata solo de los hombres. Este modelo de relaciones rápidas, superficiales, efímeras, ha contaminado a todos. Vivimos una cultura que nos empuja a lo desechable, incluso en el amor. Y cuando se normaliza la infidelidad, cuando se convierte en meme o excusa, el matrimonio pierde su esencia.

El casamiento no debería ser una trampa, sino un acto de valentía. No es firmar un contrato, es decidir caminar juntos, incluso cuando lo fácil sería soltar. Pero esa decisión pesa cuando alrededor vemos rupturas, traiciones, dobles vidas. Cuando los que prometieron quedarse, fueron los primeros en salir corriendo.

Por eso muchos ya no quieren casarse. Porque antes de decir “sí”, han visto demasiados “no lo logré”. Y en lugar de buscar amor real, prefieren no arriesgar.

Pero aquí va la reflexión: no es el matrimonio el que falla, es cómo lo vivimos. El amor no se rompió, lo rompimos nosotros. Por miedo, por ego, por no saber sanar.

Quizá es tiempo de dejar de cazar… y volver a casarnos. No con trajes o firmas, sino con verdad, con respeto, con ganas de ser mejores. Porque, al final, no se trata de estar con alguien… sino de ser alguien con quien vale la pena quedarse.

“El amor es paciente, es bondadoso… todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
— 1 Corintios 13:4,7

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