Porque el amor real no es tendencia

Porque el amor real no es tendencia

Después de tantas historias rotas, tantas fugas emocionales y promesas que no se cumplieron… uno podría pensar que el amor ya no es para estos tiempos. Pero entonces pasa algo: ves a una pareja sonreírse sin decir palabra, ves a alguien que espera con paciencia, que perdona con dignidad, que ama con decisión… y entendés que sí hay esperanza.

Porque el amor real no es tendencia, es esencia. Y cuando funciona, es porque se alimenta de lo que no se ve en redes, ni se presume en historias.

Una relación que funciona hoy no es la que evita los problemas, es la que aprende a enfrentarlos juntos. No se basa en filtros ni momentos perfectos, sino en conversaciones incómodas, miradas que sostienen, abrazos que reparan. Es esa que decide quedarse, aunque irse parezca más fácil.

¿Qué hace que funcione?

  1. Comunicación radicalmente honesta. No desde el ego, sino desde la verdad que construye.

  2. Admiración mutua. No solo te amo, te respeto. Te valoro. Te elijo todos los días.

  3. Espacio personal. Porque dos mitades no hacen un todo: hacen una dependencia. Dos enteros, sí.

  4. Crecimiento conjunto. Porque cuando uno se estanca, el otro empuja. Y cuando uno cae, el otro sostiene.

  5. Presencia real. No solo estar. Estar presente. En cuerpo, mente y alma.

Amar en estos tiempos no es una locura. Es un acto revolucionario. No por ingenuidad, sino por coraje. Porque entre tanto ruido, hay quienes aún apuestan por construir un “nosotros” en un mundo que empuja al “yo”.

Sí, el amor funciona. Pero no por magia. Funciona cuando hay dos personas dispuestas a cuidarlo como lo más sagrado que tienen. A ponerlo en el centro, no en la vitrina. A vivirlo con convicción, no con miedo.

Y cuando el amor se vuelve compromiso, respeto, complicidad y deseo… entonces, es invencible.

“Dos pueden resistir. Y la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.”
— Eclesiastés 4:12

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.