La silla vacía

Como en muchas familias, esta navidad en mi hogar no solo habrá una silla vacía, serán dos, hace a penas 10 meses perdimos a una de las personas mas importantes de mi vida, mi hermano, un hombre de apenas 38 años, papá y esposo, buen amigo, bondadoso, molestón, trabajador, luchador, un poco mal hablado pero gracioso. Su fallecimiento  fue tan repentino y eso hace que sea muy doloroso, antes cuando algunas personas me decían que habían perdido a un hermano, no magnificaba lo que significaba, hoy digo como no va a doler, si uno pierde a un compañero y amigo de vida.

Nuestros hermanos son con los únicos que compartimos la crianza, la fortuna y carencias del hogar, con los que te inventas juegos, los hermanos te acompañan en la vida, en los mejores y peores momentos, celebran tus dichas y sufren tus desgracias, como no doler su ausencia.

Nosotros éramos cuatro, tres mujeres y un varón, el niño de los ojos de mis papás, el consentido del hogar, hoy doy gracias porque mi madre le pudo amar y consentir mucho, le dio tanto amor, yo se que el la amaba tanto como ella a el, nosotros no vivimos en un hogar abundante, pero si algo nos hacia mantenernos fuertes era la unión, con las carencias de cualquier hogar alcohólico, (muchos comprenderán de lo que hablo) pero a nuestra manera lográbamos pasarla bien, ver nuestras caricaturas, esperar las series, hacer travesuras o pelear, cuidarnos entre nosotros, bueno mi hermana y mi hermano menor cuidaban mas de mi, era la niña llorona y supuestamente la mas débil, aun pienso en esa niña y no creo ser la misma, pero ellos me ensañaron a ser fuerte, a no tener miedo y a defenderme.

Cuando cumplí 10 años mi papá dejo de beber, el es mi segunda ausencia, en algún momento le escribí unas letras en esta misma plataforma, mi padre un hombre que tuvo mucho sufrimiento de niño, se volvió alcohólico y drogadicto, durante muchos años sufrimos su enfermedad, pero el 8 de febrero de 1995 mi papá dejo de tomar y de drogarse y gracias a Dios nuestra vida cambio, yo cumplo años el 27 de febrero y de alguna manera sentí que fue un regalo de cumpleaños. Mi papá siempre buscaba la aprobación de mi hermano su único hijo varón, irónicamente dos personas muy parecidas, por lo tanto tenían muchos roces, se amaban de una forma  mas salvaje decímos nosotras,  que no pudo vivir el uno sin el otro.

 A pesar de sus roces mi padre sufrió mucho la muerte de mi hermano, se refundió en el cigarro, en recuerdos, fotos y videos, todos los días solo eso hacia ver sus fotos y fumar, tristemente a mi padre le  llego el cáncer de hígado, ya que el era una persona con enfermedades hepáticas.

En abril de este año nos da la noticia el doctor, junto a un “si es cáncer no habrá nada que hacer” se vinieron meses muy duros y dolorosos, en el cual estábamos sufriendo el duelo de mi hermano y al mismo tiempo preparándonos para el segundo duelo, viendo a mi papa decaerse,  ese hombre fuerte y grande, con carácter, independiente, se fue decayendo y envejeciendo, perdiendo su fuerza y dependiendo de nosotras, en medio de hospitales públicos, de medicinas y de mucho dolor, despedí a mi papá.

Hoy viviendo 2 duelos al mismo tiempo, pienso en esas sillas vacías, en ese dolor que dejan los dos hombres de mi vida, los que me daban seguridad y fuerza, con los que no me daba miedo nada, a los que llamaba cuando necesitaba esas “cosas de hombres” claro que estoy casada y tengo mi hogar, pero créanme que cuando tu núcleo familiar de niña se empieza a perder sentís un dolor demasiado grande, que no hay como explicar, mucha ausencia y miedo. Voy sanando y ocupado me de mi, con terapias, ejercicio y buscando mi salud, tratando la mejor forma de estar bien, pero también vivo mi proceso, mi dolor y mi duelo.

Si tu también estas pasando por este proceso, quiero invitarte a abrazarlo, a darte tu espacio, a permitirte sentir , no sedemos ese dolor, ya que es parte de lo que vivimos los seres humanos, y si no estas pasando por esto y aun estas a tiempo

AMA Y ABRAZA  a tus seres amados, porque nunca sabremos cuando tendremos una silla vacía.