Nuevo plástico biodegradable se disuelve en el océano sin dejar residuos

El problema de la contaminación plástica ha encontrado una posible solución revolucionaria: un nuevo tipo de plástico que se disuelve rápidamente en agua salada sin dejar microplásticos. Esta innovación, creada por científicos ambientales, podría reducir drásticamente el impacto de los desechos plásticos en los océanos.

Este plástico biodegradable ha sido diseñado con una estructura química que reacciona con el agua salada y se descompone en compuestos orgánicos no tóxicos. A diferencia de los plásticos convencionales, que pueden tardar siglos en degradarse y se fragmentan en partículas microscópicas perjudiciales para la fauna marina, este nuevo material desaparece en cuestión de días o semanas sin dejar rastro.

Las aplicaciones potenciales de este descubrimiento son enormes. Podría emplearse en la fabricación de bolsas de plástico, empaques, utensilios de un solo uso y redes de pesca, reduciendo significativamente la contaminación oceánica. Además, su producción podría ajustarse para que su degradación se active solo cuando entre en contacto con agua salada, lo que permitiría su uso seguro en entornos urbanos.

Si bien el plástico aún está en fase de pruebas, varias empresas han mostrado interés en implementarlo en sus productos. Este avance representa un paso crucial en la lucha contra la crisis del plástico y el daño ambiental que provoca en los ecosistemas marinos.