Definitivamente, como dice el libro No creas todo lo que piensas , me pasó a mí.
Creí que era importante para alguien, que tenía un lugar en su vida, que la historia me incluía de alguna forma. Pero la realidad me sorprendió con algo diferente: me quedó perdida, observando, como en la película La boda de mi mejor amigo , esperando una escena que nunca llegó. Nadie corrió detrás de mí.

Duro, pero real.

A veces nos dejamos arrastrar por la mente, por esa voz que insiste en hacernos creer que si damos, si esperamos, si aguantamos un poco más, esa persona va a elegirnos. Y en el fondo, lo único que estamos haciendo es posponer nuestra propia vida.

El error más común es pensar que el valor que tenemos depende de que alguien más lo reconozca. Pero la verdad es otra: nuestro valor no necesita validación externa .
La persona correcta no nos hará dudar, no nos pondrá en espera, no nos dejará mirando cómo su vida transcurre sin incluirnos.

Y es que a veces idealizamos esa escena romántica donde todos corren detrás de la persona que aman. Pero cuando volteamos y vemos que detrás de nosotras no viene nadie, el golpe es durísimo. Ahí entendemos que la película en la que actuábamos solo existía en nuestra mente, y que la realidad pide un guion distinto: uno donde nosotras mismas caminamos hacia adelante, aunque nadie nos siga, con la frente en alto y el corazón dispuesto a algo verdadero.

Lo difícil es aceptar que a veces invertimos años, energía y amor en alguien que nunca nos iba a dar lo que necesitábamos. Y aunque eso nos duela, también es una oportunidad: la de despertar.

Porque cuando dejamos de esperar a quien no vendrá, empezamos a ver todas las oportunidades que tenemos frente a nosotras: la paz de estar con nosotras mismas, la belleza de nuevos caminos, la posibilidad de abrirnos a vínculos reales, honestos y presentes.

Hoy me repito: No creas todo lo que piensas .
La mente puede engañar, pero el corazón sabe.
Y mi corazón merece algo más: merece verdad, merece reciprocidad, merece amor de verdad.

Por:

Sheila Sandoval