¡Correr te cambiará de pies a cabeza! Así me cambió a mi la vida

¡Correr te cambiará de pies a cabeza! Así me cambió a mi la vida

Hace unos días platicando con una querida amiga, me cuestionó si todo el esfuerzo y sacrificio que le dedico a correr significaba algo en mi vida. 

Me dejó reflexionando… Así que empecé a meditar y concluí que: 

Correr me da la posibilidad de despejar mi mente, de ordenar mis pensamientos. Es una forma de encontrar mi paz. No importa cuántos pendientes tenga o lo triste que me sienta, cuando estoy corriendo nada de eso importa. Todo se detiene. Correr es mi tiempo para mí.  Correr es mi lugar feliz.

Me ayudó a subir mi autoestima, a tener confianza en mí misma. Ahora soy capaz de felicitarme por mis logros, a celebrar hasta los pequeños avances y tengo una mejor habilidad para superar las dificultades de la vida y manejar los fracasos. 

He aprendido a no juzgarme tan duro. A no creer que soy menos de lo que soy. Entendí que a la única persona a la que debo demostrarle algo, es a mí misma. Que mi mente es mi único obstáculo y que puedo controlarla y trabajar de la mano con ella.

Me forzó a ser perseverante, a plantearme objetivos y a perseguirlos, a insistir una y otra vez. A levantarme cuando me he caído y a comprender que, si las cosas no salen a la primera, pues probemos a la segunda o a la quinta. Pero de que salen, salen.

Me mantiene la mente activa, siempre hay algo nuevo que aprender. Cuando empecé no sabía lo que significaba ser pronador, no tenía ni idea de dónde tenía la fascia y menos aún el isquio. También aprendí a cocinar más saludable y a organizar mejor mi tiempo.

Lo más lindo han sido los regalos de vida, empezando por mi marido siempre dispuesto a madrugar y llevarme a cada entreno, hacerme porras, tomarme una foto y estar allí aplaudiéndome en la meta. Mis hijos ya no me ven como la “señorona enojona”, sino que me ven como la Mamá RunneR ¡con orgullo!, aprecian mi buena vibra y se gozan de mi progreso, agradezco cada cartel, mensajito y porras.

Me ha permitido conocer personas increíbles, un entrenador bárbaro, lleno no solo de conocimiento sino de una calidad humana indescriptible y una comunidad de corredores con quienes día a día se comparten las alegrías y los sin sabores… Amigos y compañeros que se van convirtiendo en familia.

La vida del running es un parteaguas en mi vida, hay una ANNIE antes y después de ser corredora, soy una persona distinta (y mejorada), con la seguridad a tope y con hambre de superarme. Por supuesto, hay días malos, no soy perfecta y hay cosas en las que todavía debo de trabajar, pero no hay día malo que no pueda solucionarse con una corridita. 

Así que definitivamente hay ANNIE corredora para largo.

Por Licda. Annie Tello

 

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