Perros entrenados: Una mano amiga para pacientes y personal médico en hospitales
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En hospitales de todo el mundo, una innovadora tendencia está cambiando la forma en que se aborda el estrés y el agotamiento: la incorporación de perros entrenados como parte del equipo de apoyo. Estos compañeros de cuatro patas no solo ofrecen consuelo a los pacientes, ayudándolos a reducir la ansiedad y a afrontar momentos difíciles, sino que también son una herramienta crucial para el bienestar del personal médico.
En entornos hospitalarios, donde el trabajo puede ser emocional y físicamente agotador, el contacto con perros entrenados proporciona una válvula de escape. Estudios han demostrado que las interacciones con animales pueden reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, al tiempo que aumentan la serotonina, generando sensaciones de calma y felicidad. Para los pacientes, estos perros se convierten en un rayo de esperanza, aliviando el temor asociado con procedimientos médicos o largas estadías hospitalarias.
Por otro lado, el personal médico también se beneficia enormemente de estas interacciones. Enfermeras, doctores y otros profesionales que enfrentan jornadas largas y desafiantes encuentran en estos animales un momento de respiro. Los programas de terapia asistida con animales, cada vez más populares, están diseñados para combatir el síndrome de desgaste profesional, mejorando tanto el estado de ánimo como la productividad del personal.
Desde hospitales pediátricos hasta unidades de oncología y rehabilitación, los perros entrenados están marcando una diferencia significativa. Aunque el impacto positivo ya es evidente, la expansión de estos programas podría revolucionar cómo entendemos el apoyo emocional en el cuidado de la salud.