
"Cómo Usar Tus Superpoderes para Equilibrar Familia, Trabajo y Bienestar"
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Encontrar el equilibrio entre la administración de la casa, la familia, y el área profesional no es nada fácil. Al hablar con algunas madres de familia hemos llegado a la conclusión de que la sociedad sigue adjudicándonos muchísimos roles porque podemos desarrollarlos mejor que nadie.
Por ejemplo, si los hijos se enferman son las madres las que llevan a sus hijos al doctor porque entienden mejor los detalles médicos. Las mujeres son las que cocinan en casa porque la comida les queda deliciosa, son las mujeres quienes asisten a las citas del colegio porque tienen más habilidad para comunicarse con los maestros. Esto es tan claro, que muchas son las mujeres que después de una separación conyugal se quedan a cargo de los hijos puesto que pueden cuidarlos mejor.
Entonces el peso recae en nuestros hombros y creemos que somos superpoderosas y que debemos hacerlo aunque requiera sacrificar salud, socialización, sueños, etc.. En algún momento creímos que hacer home office podría ayudar, pero en muchos casos ha venido a complicar un poco más la vida. Sobre todo, a las mujeres que tienen hijos pequeños que aún no pueden entender que su madre está allí físicamente presente, pero mentalmente ausente.
Entonces, la solución es usar todos esos superpoderes para organizar, solucionar, simplificar, y sobre todo priorizar lo que realmente es importante para ti y para tu familia sin sacrificar salud física, emocional o espiritual. Somos intensas, utilicemos ese super poder para establecer los límites sanos y que se respeten. Recuerda que el hogar es tu barco y todos deben remar para llegar al destino final.
Si en este momento te sientes un poco cargada, invierte unos minutos en el análisis de los siguientes puntos y te aseguro que te ayudarán a sentirte mejor.
Priorizar- saber renunciar- planificar
Toma un momento para sentarte y visualizar en qué estás invirtiendo la mayoría de tiempo. Observa si ese tiempo y esfuerzo se está invirtiendo en lo más importante para tì. Aprende a renunciar a lo que en este momento no es viable hacer. Y planifica a largo plazo si es necesario para dejar agendado lo que puede estar preocupándote.
Revisar ideas preconcebidas- sanar heridas y programarse mentalmente
Revisa tus pensamientos, escucha a tu monólogo interior y perdona a esa persona o a ti misma por estar exigiendo cosas que no debes. Descubre de dónde vienen las ideas sobre que tienes que hacer cosas hasta drenar tu energía. Luego escribe y programa tu cerebro con las ideas positivas que te ayudarán a ser más realista. Escríbelas, pegalas donde puedas verlas y dile a tu monólogo interior que te las repita todos los días.
Pedir ayuda- soltar el control
En algunas ocasiones el problema de soltar el control es pensar que las cosas no saldrán bien si no las hacen a tu manera. Te aconsejo que tengas presente que no solo existe una manera de conseguir el mismo objetivo. Hay diferentes maneras de hacer lo mismo. Busca la manera de comunicar asertivamente de que en un hogar todos colaboran equitativamente para que nadie tenga problemas de salud.
Afila la sierra
Uno de los principios de Stephen Covey en su libro ¨ Los siete hábitos de las personas altamente efectivas¨ . Todos necesitamos parar y afilar la sierra, porque si sigues cortando árboles con una sierra sin filo no serás efectivo. Te agotarás tanto que no podrás seguir. Así que siempre encuentra un momento para parar y darle a tu cuerpo el alimento físico, mental y espiritual que necesita. Piensa que es necesario recargar tu batería antes de que te quedes tirada a medio camino.
Algo que funciona para no estresarse es recordarse a sí misma que debes vivir en el presente. Si vives pensando en el pasado te cargarás de cosas que no necesitas, si vives pensando en el futuro vendra ansiedad, pero si vives en el presente disfrutarás de estar viva, de la naturaleza que te abraza y de las personas que te aman.
Como dice OOwee de la película ¨K ung Fu Pand ¨ :
“El pasado es historia, el futuro es un misterio, pero el hoy es un obsequio por eso se llama Presente¨.
A disfrutar el presente, un regalo de Dios!!