Por: Wendy Figueroa

En este mes donde celebramos a la mujer, es buen momento para valorar y respetar el ser mujer. Nuestra identidad está determinada por un conjunto de rasgos y características espirituales, almáticas y fisiológicas; que nos hace diferentes a los hombres. 

La feminidad es un regalo y un don sumamente especial. Pues Dios, nuestro Padre, nos ha dotado con la capacidad de dar vida. A través de nuestro cuerpo se ha gestado la humanidad, sin duda es un gran privilegio y una gran responsabilidad.

La feminidad también lleva consigo una combinación tan equilibrada y misteriosa que es realmente emocionante. Tenemos lo mejor, pues podemos proyectar una dulzura, delicadeza, elegancia, frescura y calidez muy hermosa. Y a la vez, podemos y tenemos la capacidad de ser fuertes, determinadas, astutas, tenaces, audaces, llenas de coraje y valentía.

Amo ser mujer.

Amo lo que nos representa. Amo saber que Nuestro Padre, el Creador no nos sacó de la tierra, nos sacó de las costillas para proteger corazones. Amo que nos esculpió y dio una linda forma. Amo que nuestra belleza no acaba con los años, sino crece con el tiempo. Lejos de sentir aquellas inseguridades de adolescentes, proyectamos y educamos a nuestras niñas en el camino a una autoestima sana y equilibrada.

Una de las principales fuentes para poder sacarle provecho a nuestra identidad femenina es conociendo nuestras fortalezas. Hemos sido creadas con dones y talentos, los cuales, al compartir con los demás, lejos que desaparezcan se multiplican y fortalecen. Otro aspecto muy importante, es que no somos rivales ni competencia. Nuestra competencia jamás será con otros, ni otras, a quien debemos ganarle realmente es a nosotras mismas en ser mejores cada día.  

Si te preguntas, ¿cómo puedo reforzar mi identidad femenina? Algo que te puede servir muchísimo es tomarte el tiempo para conocerte, preguntarte: ¿Que hace que tú seas tú? Tener claro al describirte cómo es tu personalidad, carácter y temperamento con total objetividad. No puedes amar lo que no conoces, así que inicia conociéndote muy bien, valorando lo que eres, mejorando lo que necesitas mejorar, practicando los 5 autos:

• Autoconocimiento
• Autoevaluación
• Autoaceptación
• Autorespeto
• Autoestima.

Aprendamos a vernos como Dios nos ve y veamos a los demás como Dios los ve, pues sí somos entes multiplicadores de valor, con nuestras amigas, hermanas, madres, abuelas, hijas; nuestra identidad como género, será más fortalecida.  Feliz mes de la Mujer.

Es lindo escribirte, hasta una próxima…

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Por: Wendy Figueroa

Orientadora Familiar

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