¿Cómo cuentas tu historia de amor?, ¿La recuerdas como que fuera ayer, o ya la olvidaste? ¿La recuerdas con amor, emoción y alegría o la recuerdas con decepción, desagrado y tristeza? ¿Al contarla, tu lenguaje corporal afirma lo que estás diciendo o te contradices?, ¿Cuándo la cuentas, traes a memoria más recuerdos buenos o malos? Cuando hablas de tu pareja, sin que esté presente ¿Lo haces exaltando sus virtudes o remarcando sus defectos?, ¿Halagas lo que es y lo que hace, o le juzgas y desapruebas?

Las respuestas a todas estas interrogantes es el cimiento de tu relación. Si has descubierto que el balance es más positivo que negativo, vas en buen camino.  Si, por el contrario, notas que son respuestas raquíticas y llenas de negatividad; inicia a hacer pequeños cambios que te serán de mucha utilidad para fortalecer tu relación.

Ahora, puedes preguntarte cómo fortalezco mi relación, si no parece fluir de forma natural. Lo primero es darte cuenta de la carencia, así podrás enfocarte y fortalecer esa área débil con intencionalidad. Por ejemplo, interesarse genuinamente por sus cosas, conocer más acerca de lo que le agrada y desagrada, hace que la persona desee querer contarte más, incrementa la comunicación y hace que fluya con más calidez, generando conexiones más cercanas que fortalecen la amistad, la cual es vital para que tu relación mejore. Al mostrarte interesada por sus temas, conocerás más cosas de tu pareja, recuerda que nunca dejamos de conocernos, y si tu deseas recibir la misma atención e interés, dando es cómo recibirás.

Otro aspecto que te servirá mucho es halagar, resaltar y agradecer lo bueno que hace, inclusive lo que ha dejado de hacer, por ejemplo, ha dejado de fumar, ha dejado de ser tan desordenado, etc. Hazle saber que reconoces su esfuerzo y que lo agradeces.  Busca siempre iniciar una conversación halagando, dando muestras de cariño, luego el mensaje que deseas transmitir y cierras con otro halago, es la técnica conocida como sándwich relacional. La admiración y cariño es el ingrediente principal en la unión de pareja, además de ser el antídoto contra el desprecio.  Si queremos cambiar el mal hábito de siempre criticar, ver lo malo, este es el punto de partida. Para que exista una buena relación la intención es elemental. El respeto se gana en la admiración, en expresar verbalmente lo bueno de los demás, en crear una cultura de cariño y agradecimiento por lo que hace.

Finalmente, busca acercarte a tu pareja, puede ser físicamente, con una mirada, un coqueteo, una caricia, besito, apapacho, etc. También puedes acercarte emocionalmente, preguntándole cómo lo puedes hacer sentir mejor, qué desea que mejore en su relación, haz preguntas abiertas (preguntas que no se responden con monosílabos, sino que dan tema de conversación). Busca acercarte intelectualmente con temas de interés políticos, noticiosos, de trabajo, de estudios, deportivos, religiosos. Busca acercarte de forma juguetona, el sentido del humor, las bromas, los chistes, reír juntos hace un gran depósito emocional, el cual sirve como saldo para enfrentar problemas futuros juntos, por lo que, no lo minimices. El iniciar tu día dando los buenos días, cómo dormiste, platicar de los planes del día, hacen conexiones que generan apegos saludables en pareja. Si llegas a implementar estos pequeños cambios te darás cuenta que la negatividad poco a poco se disipa y tu historia de amor será contada como se merece, con esa chispa que los conectó desde el principio.

Hasta una próxima.

Por: Wendy Figueroa

Licda. En Admón. de RRHH Orientadora Familiar

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