Por: Daniela Coronado

Cada relación es diferente, por lo que establecer “reglas universales” o decir qué está bien y qué está mal es complicado. Lo que para algunos es “tóxico” para otros es sano o de ayuda para su relación. 

A pesar de esto, sí existen guías generales para mantener una relación sana, cosas obvias como: no engañar, no mentir, no insultar, etc. Sin embargo, esta nota no pretende hablar de los aspectos obvios de las relaciones sanas, sino aquellas prácticas que no son tan comunes o que no se hablan con frecuencia, pues puede que vayan en contra del estándar de relaciones amorosas tradicional. 

No decirse todo

Todas sabemos que los límites y la honestidad con la pareja son esenciales para mantener buenas líneas de comunicación. No obstante, algo sano en una relación es tener un límite en cuanto a la transparencia absoluta. ¡Sí! Tu pareja no te tiene que contar absolutamente todo, tenemos derecho a la privacidad y es normal no decir todo, pues hay cosas que no aportan a la relación.

Pedir lo que queremos/necesitamos

Que lindo es cuando tu pareja te sorprende con un pequeño regalo o un cumplido de tu peinado un día cualquiera, ¿quién no disfruta de los detalles? Sin embargo, es normal y sano pedir lo que queremos, ¡incluso esos pequeños detalles! Tu pareja no es adivino, aunque a veces nos cueste aceptarlo pensando que es la “falta de interés”. 

Decir que no puedes ofrecer en la relación

Estamos acostumbradas a esa visión tradicional de las relaciones amorosas donde se entrega la vida entera a la pareja, porque “yo hago todo por amor”. Pero, amiga, estamos en el S. XXI, las relaciones no son ni deberían ser nuestra única prioridad, entonces es más que válido establecer claramente lo que no estás dispuesta a hacer. Por ejemplo: no puedo hablar después de las 8 PM, porque me gusta dormir temprano.

Compartir inseguridades 

Hay una delgada línea entre ser abierta sobre lo que te hace sentir insegura en la relación y ser insegura en la relación. ¿Por qué? Todos somos inseguros. La diferencia recae en si tomamos la responsabilidad de esos miedos o si hacemos responsable a la otra persona. Es sano ser vulnerable, de hecho, es una de las claves para una buena relación, pero no por eso vamos a culpar al otro de nuestras inseguridades. ¡Resolver esos miedos son tu trabajo!

Querer tiempo a solas 

Todos necesitamos tiempo para recargar esas baterías sociales, incluso con la pareja. Este tiempo varía de persona en persona, hay quienes pueden recargar en una hora y otros que necesitan unos días. Es válido pedir tiempo a solas, no significa que no amas a tu pareja o que quieres terminar. Estar ocupados en otras áreas de la vida es sano, pues todos necesitamos balance entre familia, amigos, pareja, trabajo, hobbies, etc. 

Tener tiempos malos

Con frecuencia pensamos que la relación está muriendo una vez se supera esa etapa de enamoramiento. Los defectos empiezan a ser más obvios, hay más desacuerdos y la comunicación empieza a fallar, especialmente si no se construyó una base fuerte previamente. Es normal. Todas las parejas tienen tiempos difíciles, pues las relaciones no son fáciles y requieren tiempo, esfuerzo y comunicación.

En ocasiones, los estándares tradicionales para las relaciones amorosas nos dicen que estas cosas no deberían pasar o no se deberían decir si se ama a la pareja, sin embargo, todas estas son cosas sanas que todos debemos entender si queremos estar en una relación sana.

¡Te invitamos a que las hagas con tu pareja!

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Por: Daniela Coronado

Editora en Jefe de Revista Femenina

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