Por: Kurt Bendfelt

Como seres humanos, tenemos una gran capacidad de adaptarnos a todo. Un ejemplo muy fresco es la pandemia por el Covid-19, ¿recuerdan cómo fueron los primeros días de toque de queda? ¿Las filas largas que se hacían para ingresar al supermercado y que solo uno por familia podía comprar? 

Al principio pasar mucho tiempo en casa con la pareja, los hijos, padres y/o abuelos fue complicado para algunos, pues a la mayoría le tocó convivir todo el día después de pasar más tiempo en el trabajo que en el hogar. Tampoco se tenía la costumbre de estar 24 horas con la familia y esta nueva convivencia nos enseñó que no conocemos a profundidad a nuestros seres queridos. Se dio la oportunidad de conocerse y mejorar la relación, aunque para otros, lamentablemente fue lo contrario.

Pero, al final, todos nos adaptamos al nuevo ritmo de vida. Reuniones del trabajo por zoom, horarios de acuerdo al toque de queda, comprar solo lo necesario, fiestas familiares a través de una pantalla. Dentro de lo bueno, aprendimos a ser más higiénicos, a cuidarnos no únicamente por nosotros, sino por los nuestros y, a pesar que ya nos podemos reunir en familia y amigos, siempre hacerlo con responsabilidad. 

Es exactamente esa la capacidad de adaptación del ser humano. No obstante, sí hay cosas a las que no debemos adaptarnos.

Siendo una mujer que merece ser feliz, ser dueña de su cuerpo y de sus decisiones atravesando una pandemia, en Femenina te decimos: adáptate a lo bueno y a lo que te saque una sonrisa. No nos adaptemos a la conformidad, la pereza, la negatividad, la violencia, el maltrato, los insultos, entre otras.

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Por: Kurt Bendfelt

Presidente de Sholben Media

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