Por: Mgtr. Andrea Cab

Las mujeres sin duda han emprendido a lo largo de su vida, y conforme los tiempos han ido cambiando y se ha despertado y desarrollado el apoyo y visión hacia las mujeres, se les ha empoderado económicamente a nivel mundial.

Sin embargo, en ocasiones, las mujeres no se auto percibían como potenciales empresarias debido a la falta de referentes, a los roles de género asignados por la sociedad y a la falta de apoyo de su entorno y a estas emprendedoras las llamábamos “las protagonistas silenciosas”

Durante la historia tenemos ejemplos de estas protagonistas, como Sarah Breedlove, conocida como Madam C. J. Walker, que hizo una fortuna, pero con muchas dificultades debido a ser una mujer afroamericana en su época pero que lo consiguió a través de la peluquería y la venta de cosméticos. Conocemos también a Josephine Esther Mentzer, conocida como Estée Lauder quien comenzó con la fabricación artesanal de sus propios productos en el horno de su tío. O Mary Kay Ash quien comenzó como vendedora de libros puerta a puerta. Más adelante, lanzaría su propio negocio de cosmética. Y también tenemos a la gran conocida Rosalía Mera quien comenzó como costurera. Más tarde, comenzó en su hogar a diseñar ropa de trabajo y en el año 1975 abre el primer establecimiento de Zara.

Luego, después de estos triunfos silenciosos, llegamos a las emprendedoras tradicionales, o bien conocidas como las Womanpreneur 2.0 donde la brecha de género no solo hace referencia al menor número de emprendedoras, sino también al sector al que pertenecen sus negocios. El digital y el tecnológico, estando en auge global, no lo están entre las ‘startups’ creadas por mujeres.

Pero ya estamos en la época donde el emprendimiento femenino es el referente mundial, y a estas mujeres maravilla se les conoce como las Womanpreneur 3.0 o emprendedoras disruptivas.

Mujeres que están innovando e introduciendo mejoras en los proyectos existentes. La emprendedora disruptiva sustituyen elementos tradicionales por la tecnología.

Estas emprendedoras están rompiendo la barrera de la conciliación, la digitalización y la financiación. Tienen como objetivo un crecimiento exponencial y no sostenido.

Las Womanpreneurs 3.0 saben que el negocio cambiará el día en que ellas empiecen a hacer cosas únicas ya que la competencia el día de hoy no son con las grandes corporaciones, sino con los jóvenes emprendedores.

Estas Womanpreneurs se han reinventado utilizando la tecnología, la Inteligencia artificial, y las plataformas digitales para competir en un mundo saturado que requieren bajos costos y un alto valor para el consumidor.

La mayoría de los negocios que conocemos hoy en día se han aferrado a modelos de eficiencia por encima de romper patrones, y así no pueden competir en un mercado digital.

El mundo debe de entender que no es que las mujeres seamos adversas al riesgo, es que lo medimos mejor.

Está comprobado que el estancamiento de muchos de los negocios tiene que ver más con la lectura incorrecta de las tendencias que por los factores económicos que se viven en el país, tomando en cuenta también que la tecnología se ha transformado en la fuente principal en esta era digitalizada.

Mgtr. Andrea Cab / Fundadora de Wonder Woman Guatemala  

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