Por: Sarahí Ponce

Seguramente tienes mucha información respecto a la maternidad, todos te cuentan lo maravilloso que es ser mamá y que tu vida estará completa cuando lo seas. Y sí, ¡es una experiencia hermosa! Pero, no tan frecuentemente escuchas sobre todos los desafíos que esta etapa trae a tu vida.

Empecemos por el cambio físico. Un embarazo son 40 semanas en las cuales progresivamente un ser humano se está formando dentro de ti, ¡es realmente increíble! Y esto viene acompañado de muchos cambios: subirás de peso, dependiendo de tu tipo de piel aparecerán las estrías, la celulitis también se hará presente, entre otros cambios físicos que observarás.

Ahora, continuemos con el cambio emocional. Nadie quiere hablar de esto, pero por supuesto, que hay cambios emocionales. Tus hormonas están presentes y algunas de ellas aumentan su producción en esta etapa, lo que provoca cambios en tu estado anímico. Probablemente te encuentres mucho más vulnerable, sentimental o irritable.

Y adicional a todos estos cambios, escucharás muchos consejos antes (durante tu embarazo) y después (cuando ya tengas a tu hijo). Consejos que en ocasiones pueden abrumarte.

Por mencionarte algunos:

Le tienes que dar leche materna, de lo contrario, no estará bien alimentado.

Duerme con él todas las noches, necesita sentir tu cuerpo.

Evita ruidos que puedan molestarlo, su ambiente debe estar callado.

Lleva una dieta especial, de lo contrario le provocarás cólicos.

Y así puedo mencionarte muchos más “consejos” que te hacen sentir con el DEBER de seguirlos y, si no es así, ¡no lo estás haciendo bien!

Esto es mentira, y te lo comparto por experiencia. Cada mamá y sus hijos, son un mundo único, una experiencia diferente e irrepetible. Así que, lo mejor que puedes hacer es CONFIAR EN TU INSTINTO, confiar en tú forma ÚNICA de vivir esta experiencia llamada maternidad.

Quieres dar lactancia ¡te felicito!, quieres dar fórmula ¡yo la di, y mis 2 bebes son muy saludables!

Quieres hacer colecho ¡magnífico!, quieres que duerma en su cuna ¡perfecto!

Solo haz lo que te hará sentir bienestar, bienestar físico, mental y emocional, porque de esto dependerá en gran medida el correcto desarrollo de tus hijos.

No necesitas “aprobar” la materia de maternidad, necesitas DISFRUTARLA porque es una materia que llevarás toda la vida.

Así que no te presiones, no te compares, camina y avanza a tu ritmo. Ser mamá es un milagro maravilloso. Esto no significa que no haya desafíos, así que sé más amorosa contigo misma y ve lo bien que lo estás haciendo. Celebra en este mes y todos los meses del año, la grandiosa mamá que eres, siendo TÚ.

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Por: Sarahí Ponce

Psicóloga, capacitadora y escritora

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