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¿Mi hijo debe dormir con luz?

Hay momentos en los que nos sentimos desorientadas porque no sabemos cómo actuar ante determinadas situaciones con nuestros hijos. Tomando en cuenta que todas tenemos diferentes ideas y criterios educativos, algunas amigas te dicen “en mi caso esto funcionó”, o todo lo contrario, nos llegamos a sentir agobiadas pues no todas hemos recibido formación específica para ser madres.

Así que con el objetivo de poder acompañarles en esta maravillosa tarea, en esta sección daremos respuestas sencillas a las preguntas que puedan llegar a surgir diariamente respecto a la educación de nuestros hijos, siempre teniendo en cuenta que en la educación no existe la “receta ideal” que aporte las respuestas instantáneas a las interrogantes y a los problemas que se nos presenten.

Aquí encontrarán una guía para abordar los temas que más  preocupan respecto a los cuidados y la educación de los más  pequeños de la casa.

Iniciaremos con una pregunta muy recurrente: ¿Dormimos con luz o sin luz?

En su adaptación al mundo, el recién nacido pasa por un proceso de maduración y aprendizaje para el sueño. El bebé desconoce la diferencia entre el día y la noche, por eso es imposible pretender que siga las pautas de sueño de los adultos.

En muchas ocasiones suponemos que los bebés sienten miedo a la oscuridad, y por esta razón se coloca una luz dentro del cuarto donde duermen. Esta dependencia la creamos y fomentamos nosotros los adultos desde el principio pero, no solo es innecesaria, sino también es perjudicial física y emocionalmente para el pequeño.

Desde que el bebé nace, se acostumbra a todo lo que le enseñamos. Se habituará a ver luz cada vez que se despierte y si alguna vez no la encuentra, lo más seguro es que llore.

En el caso de que el bebé se despierte por la noche con hambre o con sed, lo mejor es que no enciendas las luces. Puedes, para orientarte, encender una luz que esté cerca de su habitación, pero jamás la luz de la habitación del bebé ni siquiera una pequeña lámpara. Hay que mantener el cuarto oscuro y tranquilo. Se debe alimentar al bebé lo más breve y discretamente posible, sin que lo entretengas.

¿Por qué es recomendable evitar la luz?

Cuando el bebé se duerme, entra en una fase de sueño ligero durante la cual un ruido fuerte o un cambio de postura le despiertan y, aproximadamente 20 minutos después, cae en un sueño profundo del que no despertará con tanta facilidad.

Al final del primer mes, el sueño nocturno se prolonga y duerme menos de día, su reloj biológico se empieza a adaptar a la luz y a la oscuridad. Es aconsejable que se acostumbre a dormir sin luz desde los primeros días, sobre todo por la noche.

Con la oscuridad, el organismo segrega melatonina, una hormona que ayuda a regular el ritmo de vigilia y sueño. Esta es necesaria para que el bebé consiga un sueño reparador y cuanto mayor es la luminosidad de la habitación, menor es la producción de melatonina y crece la posibilidad de sufrir alteraciones del sueño.

Un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania y el Hospital Infantil de Filadelfia, explica que el hábito de dormir con luz, los dos primeros años de vida, puede asociarse con problemas visuales como la Miopía.

El 34% de los niños que durmieron con luz tenue hasta los dos años sufrieron miopía en la edad adolescente, aumentando el porcentaje hasta el 55% cuando la luz del cuarto era más fuerte. Sin embargo, en aquellos casos en que los niños durmieron a oscuras, la miopía se detectó sólo en un 10%.

Según la Sociedad Española del Sueño, incluso la luz tenue puede causar molestias, por lo tanto, las mejores condiciones para dormir son con oscuridad total.

Depender de una fuente de luz al dormir, como cualquier otra dependencia, impide la correcta evolución del niño en aspectos emocionales como la autonomía, la autoestima y la seguridad en sí mismo.

¿Qué podemos hacer para acostumbrarlos a dormir de forma adecuada?

Iniciamos con, acostumbrar al bebé a dormir a oscuras y en silencio por la noche. Durante el día puede dormir con algo de luz natural y con los sonidos habituales de la casa. De este modo irá aprendiendo a distinguir el sueño nocturno del diurno y su sistema nervioso percibirá la diferencia entre el día y la noche.

Si el niño ya está acostumbrado a dormir con luz hay que reeducar sus hábitos de sueño durante la noche, excepto en casos de niños con miedos patológicos a diversas situaciones o circunstancias. Los padres deben ponerse de acuerdo en la estrategia a seguir y, por supuesto, ser firmes al llevarla a la práctica.

En el caso de que la luz con la que duerme sea fuerte, se puede ir disminuyendo la intensidad, poco a poco, hasta dejarla tan baja que apenas ilumine.

Recuerda que en la educación de los pequeños nada es fácil. Los padres deben tratar de hacerle entender que ellos también duermen a oscuras y no pasa nada. Explícale que durante la noche se duerme con la luz apagada.

Papá y mamá comunicarán su decisión de apagar la luz y no se dejarán convencer cuando el niño pida que la enciendan. Podrán acompañarle durante un rato hasta que se tranquilice, si es necesario; luego ir separándose progresivamente de su lado o dejar la luz de un cuarto cercano encendida. Es muy importante motivar, animar y reforzar los pequeños avances.

Como en todo proceso de aprendizaje, hay que ser comprensivos. En las primeras ocasiones quedarse dormido sin luz puede producir al niño algo de ansiedad, pero tu cariño y paciencia le ayudarán a recuperar la seguridad. El esfuerzo de unos días vale la pena para alcanzar una mayor independencia y garantizar la salud de tu hijo.

Si aun después de leer este articulo te da ansiedad dejar a tus hijos dormir sin luz, debes recordar que incluso, el recién nacido está habituado a la oscuridad, pues permaneció durante 9 meses dentro del vientre de su mamá. Por tanto, deben dormir desde el primer día con las luces apagadas y dentro de sus aprendizajes iniciales, estará el aprender a despertarse con la luz que indica un nuevo día.

Guisela Rodriguez

Psicopedagoga con Maestría en Educación Superior

Correo: rodriguez.mariaguisela@gmail.com

Facebook: http://@LicGuiselaRodriguez

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3 comentarios

  • Luvia Arana de Manrique

    Muy buen artículo querida Guisela, como madre de 3 hijos, he de decirle que durmieron desde el primer día en casa sin luz y se acostumbraron a dormir desde las 9:30 pm hasta las 5 de la mañana. Bendiciones.

  • Muy lindos y atinados consejos para los que empiezan con la linda tarea de padres.
    Felicitaciones

  • Mercedes Rivas

    Excelente Guisela, muy buen artículo, los bebés se acostumbran a todo lo que les enseñamos y dejarlos dormir en su habitación solos y sin luz es muy buen hábito y sirve tanto para su desarrollo conginitivo como para el descanso mismo del bebé y de los padres. Saludos.

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