Por Dra. Maribel Cortez

Como mamá seguramente te ha tocado enfrentar peleas o incluso sentirte frustrada con la relación que existe entre tú hijo y la comida.  

Créeme que es usual que exista cierta selectividad de alimentos en los niños especialmente entre los 2 y 7 años. Esto es un proceso frecuente que no debe generarte mayor ansiedad o frustración, pero si debes apegarte a su seguimiento y control con tu pediatra y quedarte tranquila si su peso y talla va de acuerdo a la edad de tu hijo.

Muchas veces cometemos el error de pensar que para lograr que nuestro hijo coma, debemos recompensarlos a través de postres o alimentos altos en azúcar que solamente logran una mala alimentación en los niños.

Debemos establecer una relación adecuada entre la comida y nuestros hijos, y esto comienza desde bebés, cuánto introducimos alimentos por primera vez.

Por esto es importante lo siguiente:

1. Desde que inicias la alimentación complementaria evita regañar o castigar si se ensucia o si no come todo lo que le serviste en el plato
2. Coman en familia, recuerda que tú eres su mejor ejemplo a seguir, tu hijo comerá verduras si ve que mamá, papá y familia comen verduras.
3. Respeta el tiempo de las comidas, siéntate en familia y sin celulares, televisión u otra distracción disfruta de la comida, así establecerás respeto por ella.
4. Nunca recompenses ni castigues. Mucho menos ofrezcas comida chatarra “con tal de que coma”. Este es un error común y los niños se acostumbran a comer mal, ofrece con firmeza y constancia alimentos saludables.
5. Recuerda que tu hijo no comerá la misma cantidad que tú.   Respeta el tamaño de las porciones de tu hijo, no lo hagas comer la misma cantidad que ustedes adultos ingieren. 
6. Nunca lo compares con nadie, cada niño es diferente .  Y por tanto crece a un ritmo distinto. En ningún sentido es positivo comprar a tus hijos con otros, ya que influye mucho la genética, el contexto o ambiente en el que se desenvuelve, la actividad física que realice.

Disfruta de cada etapa del desarrollo de tu bebé. Y si tienes dudas es mejor consultarlo con tu pediatra.