Por Francis Álvarez/ Pluma Invitada

Hasta hace un año, los niños asistían a la escuela con normalidad, los padres se preocupaban de enviar a sus hijos a la escuela y, una vez ahí, el docente era el responsable de desarrollar el proceso educativo. Sin embargo, en un solo día todo cambió para los escolares.

La pandemia provocada por el COVID-19 vino a dar un giro radical en los procesos educativos y en la participación del padre de familia con sus hijos, principalmente en el contexto escolar. En las áreas rurales la capacidad económica y el acceso a internet de la mayoría de padres de familia es limitado, por lo que la educación virtual ha sido un verdadero reto para las familias. En una gran mayoría no tienen computadora y el celular lo utilizan para las redes sociales como Facebook o Instagram; otros alumnos poseen un celular que sólo tiene capacidad para llamadas y mensajes.
Otra realidad a tomar en cuenta es la baja escolaridad de los padres de muchos alumnos, algunos no culminaron el nivel primario y en el peor de los casos, no saben leer y escribir, lo cual juega en contra del proceso educativo de los niños. Sin embargo, es de resaltar y aplaudir el ingenio de los padres que se han auxiliado con familiares e incluso con los vecinos para poder recibir la información y cumplir con el desarrollo de las actividades de aprendizaje y evaluación asignadas a sus hijos.

Algunos maestros programan clases por Zoom y aún cuando solo se conectan un 60% de los alumnos, resulta interesante ver a los padres recibiendo las clases a la par de sus hijos. Más llamativo aún es escucharlos comentar que, solo hasta ese momento terminaron de comprender algunos conceptos que nunca aprendieron en su infancia.
El año 2020 fue de ensayo y error para la educación virtual, con todos sus retos y complicaciones, este giro ha venido para quedarse como un auxiliar importante para mejorar la calidad educativa en nuestras comunidades. Padres y alumnos han aprendido que las redes sociales, el internet y sus aplicaciones, pueden ser realmente útiles en la vida.

Cabe resaltar el papel importante del docente para promover cambios significativos y, a través de su creatividad, vocación e ingenio innovador, provoquen los cambios necesarios a pesar de las dificultades.

Francis Marleny Álvarez Luna
Estudiante de Licenciatura en Turismo
Centro Universitario de Chimaltenango CUNDECH
Universidad de San Carlos de Guatemala USAC