Tres pasos para lograr una convivencia armónica con los vecinos
Por: dpa
La señora Pérez toca el piano tarde por la noche, el señor García llena demasiado los contenedores de basura y en la casa de la familia López el cerezo ya cruzó el límite del terreno: todos conocemos estos casos.
Los vecinos no siempre se comportan como uno desearía. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para hablarles y abordar los conflictos? Se recomienda hacerlo lo antes posible.
Se aconseja como primera medida desconectar el pensamiento negativo y preguntarse: ¿por qué me molesta esto en este momento? ¿Y por qué el vecino se comporta así? De esa manera, uno piensa en los motivos del otro y analiza las motivaciones. Así, los vecinos pueden entablar un diálogo a un nivel totalmente distinto, sin agresiones personales.
Después de todo, cada uno tiene sus necesidades y, al contrario de nuestros amigos y compañeros de trabajo, la vida cotidiana del vecino es probablemente diferente. Puede ser una familia con niños, estudiantes que comparten piso o el vecino que trabaja de noche. Entonces puede ocurrir muy rápidamente que surjan conflictos.
Básicamente, cada uno debería poder vivir su vida cotidiana como quiera. Entonces, si hay comportamientos del vecino que molestan aconsejo a los afectados reunir valor y encarar el problema lo antes posible. Dudar mucho por inseguridad respecto a cómo puede reaccionar el otro acumula sentimientos negativos, que no se deshacen en el aire.
Quien encare un problema, debería argumentar de forma objetiva y hablar en primera persona. Si a uno le molesta que el vecino toque el piano tarde por la noche, el afectado debería explicar por qué. Por ejemplo, porque debe levantarse temprano. No se aconseja iniciar una conversación con recriminaciones y reclamos.
Como sea, tiene que ser personal. Puede ayudar si al cruzarse al vecino en el pasillo uno le dice: Me gustaría hablar algo con usted. ¿Tiene un momentito?. En el caso de que eso no sea posible, quizá pueda dejarle una nota en el buzón y pedirle tener una conversación.
Lo mejor es que los afectados hablen con otros vecinos y vean si también ellos perciben como molesto ese comportamiento. Los vecinos también pueden informar a la administración si la conversación personal no llegó a ningún resultado, o se puede buscar un mediador. A veces, ayuda buscar soluciones al conflicto con participación de un tercero.
Por: dpa