Por: Patricia Rodríguez

No importa si las metas son personales o profesionales, no hay mayor satisfacción que lograr lo que uno tanto desea. Qué bonitos son esos momentos donde alumbras cosas nuevas y permites que los desiertos florezcan y exista un triunfo completando lo que te habías propuesto alcanzar.

En este artículo de detallamos algunos pasos que te ayudarán y te animarán a luchar y cumplir lo que tanto quieres.

• Ordena tus prioridades:

Lo primordial es poder ordenar nuestras prioridades, todas en algún momento hemos hecho una pequeña lista de los objetivos para alcanzar desde vender adornos para el hogar, hasta abrir una empresa de maquillaje. Sin embargo, si no ordenamos nuestras prioridades y no colocamos esos planes en una lista, será difícil puntualizar el enfoque.

Debemos conocer la razón de ser y la motivación detrás de nuestros planes, nos permitirá organizar los objetivos en el orden correcto. Esto hará que tengamos los pies firmes hasta alcanzar lo que soñamos.

• Da pasos pequeños:

No es algo insignificante, aquí es donde inicias el recorrido. A veces parece que tus sueños son una tarea difícil y gigantesca, pero debes recordar que las cosas grandes se logran dando pasos pequeñitos.

Si deseas crear tu propio negocio de maquillaje, busca y lee información. Luego siéntate y escoge un nombre para tu empresa, evalúa si deseas que tenga página web o sólo redes sociales. Busca información importante relacionada a tu proyecto, no para copiar sino para conocer todo lo que hacen para reforzar tu idea.

Invita a un par de amigas para que te ayuden a crear ideas y comparte tus objetivos y triunfos diarios. Te darás cuenta que puedes crecer en comunidad y la tarea que parecía enorme se convierte en alcanzable.

• Sé persistente

Una de las definiciones de persistencia según Oxford es, “Firmeza y constancia en la manera de ser o de obrar”.

Muchas escuchamos un mensaje que nos inspira o leemos artículos, vemos videos y demás y empezamos a correr la carrera que tenemos por delante con esmero y poder. En la mayoría de ocasiones desaceleramos el paso y dejamos de creer que nuestros objetivos o metas son alcanzables. Le permitimos a nuestra mente tener pensamientos que saboteen lo que tanto anhelamos.

Somos unas “fieras” al momento de defender a nuestros hijos, amigas o esposos. Sin embargo, cuando se trata de nosotras mismas a veces no creemos que no podemos y damos lugar a que algunos pensamientos nos estén derrumbando.

Nos justificamos diciendo: Ya pasó mi tiempo, ya no podré realizarlo, esto es demasiado vanidoso, no soy suficientemente buena, no sé qué pensarán los demás, tengo mucho miedo al fracaso y muchas cosas más.

No tengas miedo, no permitas que tus pensamientos te destruyan ni le des importancia a los comentarios de personas que solo quieren hacerte sentir mal. Con la ayuda de Dios podrás lograr eso y más. Dios tiene un propósito para ti y de su mano, nada es imposible.

Por: Patricia Rodríguez

Editora en Jefe de Revista Femenina

Correo: editora@sholbenmedia.com