Por: dpa

Las agresiones verbales en las redes sociales o en los comentarios de las páginas web han dejado de ser una rareza: un hecho que hay que lamentar, pero de ninguna manera aceptar. La organización alemana de asesoramiento al consumidor Stiftung Warentest explica en el número 6/22 de su revista “test” cómo los afectados pueden hacer frente a los insultos, amenazas o mentiras en la red:

– Reconocer la incitación: en general, las publicaciones y los comentarios que desvalorizan o atacan a otras personas, o bien incitan a la violencia contra ellas, son ilegales y no son considerados una opinión. En la mayoría de los casos, se trata de comentarios racistas, antisemitas o sexistas.

– Estar atento y reaccionar: para responder adecuadamente a los mensajes de odio, hay que ser objetivo, argumentar con sensatez y fundamentar las afirmaciones con fuentes verificadas.

– Guardar las pruebas: se recomienda hacer capturas de pantalla, en lo posible marcadas con la fecha y la hora. Si los ataques llegan por correo electrónico o por messenger, es importante guardar los mensajes o los historiales de los chats.

– Buscar ayuda: en todos los países hay organizaciones que ofrecen asesoramiento y apoyo. En Europa, muchas de ellas actúan en el marco de la campaña “No hate speech”, que lucha contra el discurso de odio y la discrimación en Internet. 

– Informar de los ataques: las publicaciones con declaraciones difamatorias deben denunciarse a la plataforma en la que se descubrieron, independientemente de quién sea la persona afectada. Todas las redes sociales ofrecen ahora funciones de información, que suelen explicarse en las páginas de ayuda. Si los contenidos ilegales no se eliminan o bloquean en el plazo previsto, se puede presentar una denuncia ante las autoridades judiciales competentes.

– Denunciar las infracciones: las publicaciones y contribuciones que se consideren delictivas deben denunciarse a la Policía.

Por: dpa