¿Te has sentido atrapada? Cuando hemos estado bajo la sombra, ocultando nuestras emociones, anteponiendo la felicidad de los demás, hemos sido cautivas. Mi captor era el temor. Bajo el temor estuve prisionera mucho tiempo. Y para ti, ¿cuál ha sido tu captor?

El perfecto amor, hecha fuera todo temor. Bajo mi creencia cristiana, siempre confié en Dios y me esforcé bajo estándares de ética, paz, empatía y responsabilidad. Pero aún así, a veces el temor se apodera de nosotros. El miedo puede presentarse de muchas maneras: miedo al rechazo, miedo a no ser suficiente (personal o profesionalmente). Pero dentro de todo, siempre hay una salida. Permíteme brindarte los pasos para liberarte:

1. Identifica la raíz de tu temor: podemos estar viviendo la vida sin conocer cuál es la raíz del temor y eso nunca nos permitirá salir de este círculo vicioso.
2. Ponte como meta, alimentar tu mente de mensajes positivos. El discurso interior es lo más poderoso que hay. Identifica de qué estás alimentando tu mente, qué es lo que te dices a ti misma. Si el mensaje es negativo, cámbialo por afirmaciones positivas. Cambia el temor por la Fe y la esperanza.
3. Haz un plan para salir de lo que te atemoriza y cambia tu vida. Quizás no pueda ser de manera inmediata, pero si no haces un plan, nunca sucederá.
4. Ámate. El amor propio es uno de los ingredientes claves para liberarnos de los captores que hemos permitido que nos tengan prisioneras.

Ya sea que estés en una relación tóxica, que tu trabajo no sea un ambiente adecuado para ti o que tu salud necesite mejoras, identifica cómo mejorar tu vida y toma acción. Haz que cada día cuente y trabaja por la vida que quieres tener.

Te dejo una reflexión: “El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”. William George Ward.

Yazmín Di Maio

Comunicadora. Coach, Speaker and Trainer Maxwell Leadership.