Por: Sarahí Ponce

En algún momento has analizado ¿cómo tomas decisiones?

En algún momento has pensado ¡soy una mujer demasiado emocional!

O al contrario ¡soy una mujer demasiado racional!

Una de las cosas más difíciles en ocasiones es tener equilibrio…

¡Nuestras emociones son tan importantes! definitivamente son parte esencial del ser humano y cada emoción que sentimos tiene un propósito!

No solo tenemos un cerebro emocional (cerebro límbico), sino que también tenemos un cerebro racional (cerebro neocórtex), un dato que debes saber es que somos los únicos seres vivos que poseemos un cerebro racional…sin duda fuimos creados con perfección.

En el cerebro límbico se encuentran todas tus emociones ¡siiiiii!, es allí donde están tus emociones, no en tu corazón como a veces lo creemos.

En tu cerebro límbico es en donde se originan emociones como tristeza, alegría, miedo, nostalgia… es importante que sepas que una emoción se diferencia de un sentimiento únicamente por el tiempo de duración de cada una. Una emoción es pasajera y un sentimiento es más prologando.

Y en tu cerebro racional (neocórtex) es donde se encuentra tu capacidad de análisis, decisión, juicio, etc. Es tan importante que conozcamos cómo funciona nuestro cerebro y qué elementos intervienen en nuestra toma de decisiones. Ahora sabes que tanto nuestro cerebro emocional (límbico) como nuestro cerebro racional (neocórtex) tienen un papel importante en ello…

Debes incluir en tus decisiones lo que sientes = emociones y lo que piensas = razonamiento. Tus emociones te dirán qué te motiva, qué te hace sentir llena de energía, alegría, ilusión, etc. Tu razonamiento te ayudará a cuestionarte qué es lo más conveniente a decidir, qué consecuencias traerá X o Y decisión, qué te beneficiará más a largo plazo.

No te recomiendo ser totalmente emocional porque cuantos errores se cometen por seguir ciegamente una emoción, tampoco te recomiendo ser totalmente racional porque cuántas aventuras y oportunidades dejas ir, por pretender que puedes tener todo bajo control y sin correr ningún riesgo…

Así que te animo a que en la próxima decisión importante que debas de tomar, te tomes unos minutos para ser consciente de qué te dicen tus emociones y de qué te dice tu lado racional e intentes hacer un equilibrio entre ambas, así tomarás decisiones guiadas por lo que sientes pero también tendrás una perspectiva real de lo que es más conveniente hacer.

Mi mejor consejo “Sé fiel a lo que sientes, piensas y quieres”.

Por: Sarahí Ponce, Psicóloga

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