Hace un tiempo pensaba que hacer con la vida, no sabía si era propia o prestada, si era temporal o eterna, si la quería o mejor la entregaba. Así que con el corazón en la mano y la pasión que solo el ser humano tiene la capacidad de sentir con el alma, le permití a mis manos escribir con mis lágrimas lo que hoy comparto con ustedes: ¿Has sentido alguna vez cómo la pasión inunda todo tu ser?, ¿cómo el cuerpo quiere pertenecerte?, y, ¿cómo cada centímetro de piel anhela desesperadamente ser tuyo?

Así que quiero hacer el amor, pero hacer el amor a la luna y a las estrellas y hacerlas mías mientras acarician mis pies para guiar mi camino.

También deseo hacer el amor a la brisa de una mañana fresca que toca mi piel sin prejuicios, hacer el amor al agua que explora sin reparos mi cuerpo tocando mi alma y hacer el amor a cada pensamiento que exhala implacable en mi oído.

Me encantaría hacer el amor a la vida que aprieta mi espalda y me hace girar con el placer de ser uno, con la devoción que se siente cuando no hay un mañana, con la expectación que se siente cuando nada está prometido, con la desesperación que se siente cuando no hay un final y con la misma anticipación de la primera vez, porque esta es la primera vez y esta será la última vez que será mía.

Por: Lic. Margarita Murillo, Psicóloga y Consejera Social

Facebook: Margarita E Murillo

Instragram: Margarita E Murillo

LinkedIn: linkedin.com/in/margarita-murillo-martín-1b3101150

Email: m.murillomartin@gmail.com