Los problemas de audición, un síntoma que debe atenderse a tiempo
Por: dpa
Las personas suelen reaccionar demasiado tarde ante la pérdida de audición. Esto se debe a que la pérdida de audición suele transcurrir casi sin que lo notemos, a lo largo de muchos años.
A muchos afectados les cuesta reconocer el problema, a menudo, son los familiares quienes llevan a los pacientes a la consulta, ya que ellos son los primeros en notar que la persona escucha la televisión a un volumen muy alto o no entiende lo que le dicen.
La pérdida de audición no es un problema de la vejez
La pérdida de la audición suele comenzar entre los 45 y los 50 años. Acontecimientos como un trauma acústico, causas genéticas o pérdidas repentinas y repetidas de la audición pueden adelantar aún más su aparición.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el grupo etáreo de personas entre 60 y 69 años, uno de cada cinco sufre una alteración auditiva. En el caso de las personas entre 70 y 79 años, son el 42 por ciento, mientras que en el de las de más de 80 son casi tres cuartos (71,5) los afectados.
Por ello, los especialistas recomiendan a las personas de mayor edad ir a tiempo al otorrinolaringólogo y hacerse un test auditivo. Si el resultado no es bueno, puede que se recomiende al paciente el uso de un audífono para compensar esta disminución.
La pérdida auditiva puede tener consecuencias
Si no se aborda el problema auditivo durante mucho tiempo, esto puede tener consecuencias desagradables, que van mucho más allá de los problemas de comunicación. Escuchar mal puede causar problemas físicos, como un mayor riesgo de caídas, y también trastornos psicológicos y mentales.
El audífono ayuda, pero no lo es todo
Debido a todos estos riesgos para la salud, los especialistas recomiendan acudir al otorrinolaringólogo para que indique cuanto antes el uso de un audífono. De esta forma, los pacientes podrán mantener una mayor capacidad cognitiva.
Se considera que las personas de mayor edad deben moverse y procurarse estímulos cognitivos y no quedarse plantificadas delante del televisor. No basta con decir: tengo audífono, así que está todo bien.
Se considera asimismo que para las personas de mayor edad, que quizá sufren de tremores, es mejor usar un audífono retroauricular, más fácil de colocar que los audífonos de oído interno. Los primeros también son más fáciles de manipular para el personal de cuidados.
Los audífonos se usan poco
Esto puede deberse a que estos aparatos se siguen asociando con la vejez. Además, las personas que escuchan mal “necesitan tiempo para acostumbrarse a esta nueva sensación auditiva”, pero afirman que vale la pena tomarse el tiempo hasta acostumbrarse.
Por: dpa