ME QUEDE VIUDO A LOS 35
Por: Kurt Bendfeldt
Diez años han pasado desde que Daniela, por un cáncer se fue de mi vida.
Después de 15 años de matrimonio y 3 hijas. En el momento en que partió, mi vida dio un cambio brusco. No solo por el dolor, la soledad y la culpa de no haber hecho más, sino también por la responsabilidad de tener que criar a mis tres hijas cuando la mayor tenía apenas 14 años y empezaba su adolescencia.
Han sido 10 años de aprendizaje de la mujer, ya que las he conocido más que muchos padres. He estado en la cocina, en comités de colegio, en cuchubales, y en todo lo que normalmente “le toca” a las madres. Incrementé mi horario de trabajo por las noches y aprendí a hacer loncheras de un día al otro.
Pienso todos y cada uno de los días en mi Daniela, y le doy gracias por los tres angelitos que me dejó, pues sin mis hijas creo que no hubiera podido salir adelante. Hoy veo a las mujeres diferente. Son valientes, tenaces, impacientes, alocadas, despeinadas, capaces y un ejemplo de vida, a lo cual tenemos que empoderarlas, transformarlas e impactarlas. Nuestra fortaleza como hombres se basa en ellas, y en la calidad de vida que con responsabilidad les demos.
Así que, a todos les digo, no esperen perder a su pareja para ver el valor que las mujeres tienen en su vida. Mientras tengan pareja, hijas, madre, sobrinas, nietas, amigas y demás mujeres en su vida, valoren cada momento y háganlo especial. Hasta lo más sencillo como aprender a peinarlas es un recuerdo lleno de felicidad si así se quiere.
*Historia contada de un amigo, hacia mi persona