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Soy la gorda de la familia

Por: Alex Arriaga

En plena pandemia, suena el teléfono, me habla Jenny, solicitando servicio a domicilio, a lo que accedo de inmediato, esos meses, había trabajado muy poco en belleza.  Me dice algo que me impacta: “quiero que me hagas un overhaul, necesito un milagro, quiero verme siquiera una vez, bonita”

Llevé de todo lo que trabajo, Jenny es una mujer alta, llenita, con una sonrisa muy franca, ojos grandes, cabello curly, con algunos reflejos. Horas después de trabajarle, aproveché para enseñarle, cómo aplicar sus maquillajes, no sabía la forma correcta de utilizarlos.

Ella al verse al espejo, me dice: “ahora si me atrevo a hacer mi tarea” pero realmente no comprendí y me pareció indiscreto preguntarle.

Meses después, platicando, hablamos de mis artículos para esta revista de inmediato, empieza a desahogarse.

“Somos 3 hermanos, ellos son bastante delgados como la familia de mi padre, mi genética es de la familia materna, una niña hermosa, a lo que mis padres en lugar de mi nombre, me llamaban GORDA, era la burla de mis hermanos y algunos familiares por ser la ñoño, hipopótamo, cerda, o vaca, aunque viendo mis fotos de niña y adolescente, simplemente mi cuerpo no era flaco, y como decimos coloquialmente, muy cachetona.”

“En el colegio, no me miraban así, jamás recibí ese trato, al contrario, siempre me alagaban, pero me sentía horrible, a pesar de mi estatura, pesar 115 libras, estaba en un peso razonable, me acostumbré a comer muy sano, porque subía de peso fácilmente, pero en casa, me llamaban obesa, asquerosa y justamente así me sentía.”

Jenny era muy amiguera, pero siempre escogía a los menos agraciados, “ellos me hacían sentir segura, pero como siempre en casa, era donde me atormentaban, que solo amigos feos tenía, porque nadie le gustaba andar con gordos, que sería soltera toda la vida, que me colocarían con las piernas abiertas, para que alguien se apiadara y me diera un hijo.”

Estaba a punto de cerrar la universidad, cuando se casa, la familia dio el grito en el cielo, que el esposo aparte de no ser nada atractivo, tampoco había terminado la carrera y tenía un pequeño negocio, que le daba para llevar una vida al día.

“Mi hermano mayor es profesional, ha ganado becas en el extranjero, por su excelencia en el estudio y deporte, tiene una hermosa familia y su economía es muy estable, aunque todo el tiempo se queja de todo lo que le hace falta.  Mi hermana menor ganó concursos de belleza, se casa con un médico, lleva una vida con lujos y yo, LA GORDA DE LA FAMILIA, tengo 2 mujercitas y 1 varón, mi matrimonio terminó a los pocos años.”

Después de los hijos y el divorcio, Jenny subió mucho de peso, por lo mismo, su autoestima empeoró, ya que como siempre su familia se encargó de hacerla sentir de lo peor, ya que constantemente le decían que el marido la dejó por gorda, que así no le gustaría a ningún hombre.

“Me era imposible entablar una relación, porque me sentía muy acomplejada y me daba vergüenza mi cuerpo”.

El ex esposo es un hombre responsable con sus hijos, pero la madre de él enferma gravemente y se hace responsable de los gastos, Jenny se hace cargo de una pequeña venta de comida que tiene la ex suegra, para desligar al esposo de la mitad de los gastos, lo que hace que su familia haga comentarios desagradables, por lo que decide alejarse de ellos.

“La abuela de mis hijos vendía refacciones a los trabajadores y visitantes de las empresas aledañas, en un principio me costó mucho levantarlo, porque quise cambiar el concepto a comida completas, lo que me hizo vender mi carro, pero repartíamos en una motoneta viejita que me compré para las entregas, me movilizaba en ella a todos lados, pero al cabo de 6 meses empezó a funcionar a las mil maravillas, con los años, compré un terreno, construí 3 apartamentos, los cuales hoy en día sirven para mis hijos, que 2 son profesionales y mi hija mayor que me ayuda muchísimo, vivan de forma independiente.”

“Cuando empieza la pandemia, el entorno de mi negocio cambió, tuvimos que repartir comida a domicilio a toda hora, siempre con mi gente, para que no perdieran sus ingresos, nos fue muy bien. En esa época, me entero que mi hermano se queda sin trabajo, el esposo de mi hermana muere, al igual que mi padre, por lo que me acerco de nuevo a ellos. 

Esta vez, las cosas eran distintas, estaba asistiendo en línea en un curso de PNL (Programación Neurolingúística) “el día que te conocí, por eso te dije que, deseaba que me dejaras bella, porque había una tarea, en la cual me tenía que ver al espejo y decirme frente lo bella que era, lo mucho que me amo y fue algo muy difícil, porque odiaba mi cuerpo, mi rostro me lo veía con la cara de los adjetivos que me decían de niña, por lo que en mi casa, habían espejos en los baños, donde solamente miraba mi rostro, al lavarme los dientes, justo el día anterior compré uno de cuerpo entero.”

“Me costó mucho ponerme frente a él y decirme cosas bellas, pero después que me arreglaste, me encantó y empecé a entender que la persona que estaba allí, enfrente tenía un valor sumamente grande y a no permitir que absolutamente nadie me diga nada de lo que no quiero escuchar y que me ofenda.”

Jenny empieza a darse cuenta lo valiosa que es, que no depende de un jefe, luego que, es auto suficiente y podía costearse sus gastos y sobre todo jamás permitir que ninguna persona, así fuera familia, comentara nada sobre su persona.

Le detectaron una enfermedad hormonal, ahora toma el medicamento, ha cambiado la Jenny de adentro y reflejo una mujer distinta “lentamente en estos dos años, he bajado 30 libras, sigo comiendo sano, como siempre, tengo una salud óptima, sigo teniendo sobre peso, pero me amo tal cual soy, me acepto y a quien no le guste, simplemente que no se ponga en mi camino, y ahora, hasta un pretendiente tengo, a quién estoy conociendo, no pienso irme de boca como otras veces, menos permitir que alguien me diga algo que lastime mi integridad.”

No se imaginan lo que me identifiqué con Jenny, estoy empezando a trabajar en mí misma y aunque no lo crean, hasta el mes pasado obtuve un espejo de cuerpo entero.  No cabe duda que de todas las personas que nos llegan en la vida, Dios, el Universo o en quien creamos, nos pone a la persona correcta en el camino, y como siempre me gusta decir: TU PUEDES, TODO DEPENDE QUE, TÚ QUIERAS.

Por: Alex Arriaga

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