El burnout, también llamado síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado, es la respuesta del trabajador al percibir la diferencia existente entre sus propios ideales y la realidad de su vida laboral.

Actualmente, el síndrome de estar quemado es la forma inadecuada de responder ante el estrés laboral crónico, presentando una serie de conductas y sentimientos negativos hacia las personas con la que el trabajador contacta a diario, así como la sensación de sentirse agotado emocionalmente, afirma la Pilar Fernández, Doctora en Psicología del Hospital Asepeyo.

Este síndrome se manifiesta a través del agotamiento emocional, despersonalización o conductas negativas hacia usuarios y compañeros, y sentimientos de baja realización personal.

El burnout está adquiriendo una relevante dimensión social a causa del elevado coste económico y personal que presenta.

¿Cómo se produce este síndrome?

A decir de Fernández el burnout se entiende como un proceso continuo en el que la persona poco a poco va perdiendo energía, optimismo e ilusión en su trabajo de ayuda. Tiene cuatro fases básicas: a) Etapa de entusiasmo, b) etapa de estancamiento, c) etapa de frustración, y d) etapa de apatía.

¿Cuáles son las consecuencias del burnout?

El síndrome de desgaste profesional trae como consecuencias trastornos de conducta (descontrol de impulsos, trastornos alimentarios y agresividad) y trastornos emocionales (baja autoestima, depresión, ansiedad y déficit en atención y concentración).

Además, se manifiesta con síntomas físicos como alteraciones gastrointestinales, cefaleas y migrañas, trastornos cardiovasculares y trastornos del sueño

El burnout igualmente genera consecuencias en las empresas, por ejemplo, el abandono de la organización, la rotación laboral, insatisfacción laboral y la pérdida de motivación.

Para combatir este síndrome existen estrategias individuales de afrontamiento como Programas de desarrollo organizacional, expone la Doctora en Psicología.

Por: directoraeditorial@sholbenmedia.com