¿Trabajo, carrera o vocación?
Por: Carmen Portillo
Estaba viendo una película el pasado fin de semana y hablaban de las motivaciones que te mueven diariamente. Me encantó este concepto y es por ello que lo comparto.
Trabajo es para ganar dinero. El objetivo es ganar lo más posible con un mínimo de esfuerzo. Creo que todos hemos pasado por esta etapa, sobre todo cuando éramos jóvenes y comenzábamos nuestra vida independiente. Uno de mis hijos me decía que quería ganar muy bien, pero un trabajo que no le robe su tiempo de descanso… hoy lo veo trabajando hasta fines de semana y le hice la misma pregunta: ¿Trabajo, carrera o vocación?
Carrera es visión a largo plazo, persigues experiencia y ganar muchos títulos, credenciales y menciones honoríficas… obviamente el premio a tanto estudio son buenos ingresos y prestigio. No es lo mismo recibir un salario no habiéndonos especializado y cuando tenemos muchas especialidades nos cotizamos de acuerdo a nuestros conocimientos.
Personalmente soy amante de estudiar todo el tiempo… termino un diplomado, empiezo una certificación… y eso ha sido constante en mi vida desde mis 40´s.
Nuestra visión y criterios se amplían enormemente y vemos el mundo con ojos amplios.
Ahora, la VOCACIÓN te sigue… después de tanto trabajo y muchos estudios te das cuenta que la vida no es nada si no “das de gracia lo que de gracia has recibido” o como dice la NVI “Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente, creo que, aunque hemos pagado por nuestra preparación, si que hay un momento donde no haces las cosas por lo que vas a recibir, sino por solo el placer de dar. La vocación como dice en … es lo mejor. Viene hacia ti en silencio, es inspiración es lo más poderoso porque te lleva a tomar oportunidades, a vivir la vida que quieres con un propósito… TU PROPOSITO PARA EL CUAL FUISTE CREADO.
Mi vida ha pasado muchísimas cosas (como la vuestra) pero pude recopilar experiencias, culturas, conocimientos de muchos países donde tuve la oportunidad de viajar por trabajo. Si… fue por trabajo porque quería y tenía objetivos importantes, sacar a mis hijos de su universidad. Dios me lo permitió, pero les confieso que me agoté tanto; la soledad era fría, dura e impecable que transformó mi carácter. Ahogaba mis momentos en sumar a mi carrera muchas especialidades y comenzar otra carrera solo por “matar los tiempos” sin saber que Dios estaba trabajando en mi vida para el siguiente estado.
Llegó el momento. Algo palpitaba dentro de mi… vi mis años de carencia de amistad, años llenos de soledad… gritando mudamente por un abrazo y descubrí que no soy la única… que hay muchas como yo y ahí nació mi VOCACIÓN… mi llamado. Dejé un sueldo en dólares de varios “ceros” que me solucionaba no solo mi presente sino mi futuro y me lancé cansada, agotada, destrozada, sola (como antes) pero con un palpitar dentro de mi corazón.
El trabajo había terminado, la carrera podía y puede seguir creciendo con más propósitos. El tiempo de empezar de cero y a veces con ingresos menores a los $100 mensuales había llegado, PERO con una felicidad y plenitud nunca antes vivida.
Me toco al principio de todo. Dormir por meses en el cuarto de la empleada de una amiga, aprovechar las sobras porque no me alcanzaba para una comida decente. La duda venía y muchas veces pensé en volver a mi trabajo, ganando mucho y viajando en primera clase, durmiendo en hoteles 5 estrellas y sentándome en lugares de 5 cubiertos, PERO ahí no estaba mi llamado, había algo dentro de mí que seguía latiendo… “ayudar a la mujer como hubiera querido que me ayudaran a mi o como lo hicieron conmigo”. Han pasado ya casi una década de esto… ya casi se cumplen 10 años de decidir no por mi trabajo, ni por mi carrera sino por mi vocación.
Dios que todo lo tiene controlado, me puso en una plataforma donde no solo puedo alcanzar una a la vez, sino ¡MUCHAS! Me ha puesto a la par de mujeres bellas, profesionales de alto nivel, pero con corazones maravillosos y juntas estamos trabajando para “cambiar la historia de una mujer”. Empoderar a la mujer a través de su imagen personal no solo las transforma, sino que al validarse llegan a ser influencia de su entorno y su comunidad.
¿Qué momento estas viviendo?…
Por Carmen Portillo
Tu asesor de imagen
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