La vida nos da las mejores batallas y muchas veces no entendemos porque tenemos que pasar por tantas cosas que no sabemos como enfrentarlas. Vivimos tiempos de tristeza, presiones, alteraciones, las cosas que hacemos y emprendemos no salen como queremos. Hasta el agua que ponemos a hervir se nos quema. Pero cuando estamos en esas tormentas que no nos dejan ver el horizonte, donde los rayos caen sin piedad, donde nuestro barco es golpeado por olas gigantes de problemas, el cielo lo vemos negro con destellos; y allí estamos nosotros peliando y luchando por no caernos, sin una capa que nos cubra si no solamente con una FE que no puede ser quebrantada. 

Esto lo hemos vivido todos, y quizás hoy es importante que te lo diga, aunque estemos pasado por esos momentos difíciles, rebotando en nuestra barca de la tormenta, lo más lindo cuando lo creemos es que el que tiene el timón es Dios. Porque Él es el piloto de las tormentas. Pero porque? nos hace pasar por esto, pues simplemente para que nos acerquemos a Él no profeso ninguna religión porque siempre he dicho que Dios es más grande que las religiones, las veo y escucho con respeto pero prefiero hablar directamente con Él.

Si descansas tus tormentas en Dios, podrás ver el alba y al horizonte tu destino. Así que sigue adelante no te detengas y aunque las cosas no están bien en este momento CONFIA, porque saldrás con raspones, despeinada (o), pero saldrás. 

Podemos perder todo…menos nuestra FE