Querida mía
¿De que estás hecha, querida?…tu mundo giró y cambió ciento ochenta grados.
Lo que era no lo es más, lo que soñaste se esfumó y desapareció en la niebla.
Espesa niebla que cubre, los alrededores en donde transcurre tu día a día.
Dentro de tí yace una fuerza, que hace que día a día salgas a enfrentar lo que el día presenta.
Esa misma fuerza que ha levantado al Rey de reyes, no estas sola querida mía; tus días futuros pueda ser que traigan sorpresas de paz, de alegría y nuevas ilusiones.
Rita Ambrosy