Por: Maribel Cortez

La sociedad nos exige perfeccionismo al convertirnos en madres. Con frecuencia, se pone en duda nuestra maternidad y se clasifica como buena o mala en base a diversos factores.  El tipo de nacimiento (si fue parto o cesárea), la ocupación de la mamá (si trabajas fuera de casa o te quedas en el hogar) y, por supuesto, el tipo de alimentación (si cumpliste con dar lactancia materna exclusiva o no).

Por estos prejuicios sociales, cuando alguna madre no logra dar lactancia materna exclusiva puede llegar a sentir mucha presión, e incluso, se llega a sentir como que “no cumplió con su rol de madre”. Claro, la lactancia materna siempre será el alimento indicado por excelencia. Pero, lograrlo no es una aventura maravillosamente fácil, y el éxito o fracaso de una lactancia exclusiva, es responsabilidad de toda la sociedad. Incluyendo, por supuesto, al padre del bebé, ya que muchas veces es la propia pareja quien pone en duda la calidad de la leche de mamá.

Que una madre pueda dar lactancia materna depende de todos, no es trabajo solamente de la madre. Pues entran en consideración:

-Si tenemos jefes que apoyen los derechos de las madres

-Si tenemos espacios adecuados para poder extraernos leche

-Si la sociedad ve con naturalidad a una mamá alimentando a su hijo en un restaurante

-Si tu esposo espera con paciencia en la madrugada mientras escucha el llanto constante del bebé pidiendo comer

-Si la publicidad no bombardea con tantos anuncios que pueden confundir a las nuevas mamás

En fin, podría enumerar muchos más factores que, en conclusión, nos llevarían a reafirmar que la lactancia materna es responsabilidad de todos como sociedad.

¿Ya leíste: No sentí amor a primera vista cuando nació mi bebe?

Así que, si no lograste alimentar con lactancia a tu bebé: no eres una mala mamá. Y si estás pensando en utilizar fórmulas sucedáneas de leche materna para alimentarlo: tampoco vas a ser una mala mamá. Lo importante es: saber prepararlas de manera adecuada según lo que indiquen las instrucciones de cada marca, almacenarlas en un lugar fresco, desechar la leche luego de 1 hora y media de preparada, tener la higiene necesaria, no utilizar la leche luego de 15 días de abierta y cumplir con alimentar solamente con leche materna o fórmula láctea los primeros 6 meses de vida, sin ofrecerle agua o cualquier otra preparación.

Además, recuerda que es importante fomentar buenos hábitos de alimentación en tus hijos para toda la vida. De nada sirve si lograste dar lactancia exclusiva los primeros 6 meses, si al iniciar la alimentación complementaria le ofreces alimentos procesados o altos en azúcar. Los primeros 1,000 días de vida (desde la fecundación hasta los 2 años de vida del niño) son fundamentales para una buena nutrición y para fomentar buenos hábitos de alimentación. Evita agregar azúcares a los alimentos y sigue las recomendaciones de tu pediatra.

Dejemos de definirnos como buenas o malas madres, las madres que dan fórmula tienen los mismos miedos y preocupaciones que una que da lactancia materna. Ambas son igual de valiosas, ya que todo lo que decide una mamá, lo hace con amor.

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Por: Maribel Cortez

Pediatra Prolactancia Materna

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